El estado de Australia Occidental ha limitado la venta de alcohol a la población para evitar su compra masiva durante la crisis del coronavirus. La histeria colectiva provocada por la pandemia puede derivar en un exceso de consumo de este tipo de bebidas, por lo que los mandatarios del estado han decidido ponerle freno al problema antes de que aparezca.
De esta forma, las compras de alcohol quedarán limitadas a una caja de cerveza, tres botellas de vino o un litro de otro tipo de bebidas de mayor graduación por persona. La Asociación de Bodegas de Australia Occidental ha advertido que “el incumplimiento de estas condiciones podría derivar en multas”.
Mark McGowan, jefe del Gobierno estatal, ha adelantado que la medida estará en vigor durante dos semanas de manera preventiva. McGowan ha definido esta decisión como una “precaución sensata”, dadas las delicadas circunstancias que viven muchos países en su lucha contra el brote. "Sabemos que es un momento estresante para nuestra comunidad y no queremos que la gente coma en exceso”, ha añadido.
En comparación con otras partes del mundo, Australia aún contabiliza cifras bajas de contagio y fallecimiento por el COVID-19. En concreto, 2.400 enfermos y ocho víctimas mortales se ha cobrado el patógeno. En Australia Occidental en concreto se han registrado más de 200 casos y solo un fallecimiento, pero ya se ha apresurado a cerrar sus fronteras con otros estados para prevenir el contagio.