El área de distribución de los mosquitos vectores del dengue está en aumento, lo que redunda en la rápida transmisión de la enfermedad en las regiones tropicales, según advierte un artículo de investigadores del Departamento de Biología Animal de la Universidad de Málaga publicado en una prestigiosa revista internacional.
La rápida propagación del dengue, una enfermedad vírica transmitida por mosquitos del género Aedes, representa una amenaza de pandemia a nivel mundial. El riesgo de transmisión aumenta debido a la globalización, a través de viajeros que transportan el virus con facilidad; y a la rápida expansión de los mosquitos vectores, favorecida por el tráfico intercontinental de mercancías.
Por este motivo, es necesario evaluar la extensión geográfica de la propagación del dengue y predecir cambios geográficos en el riesgo de transmisión. Además, los científicos sostienen que en las regiones tropicales existen factores cuya participación en la transmisión del dengue podría estar siendo subestimada, como es la contribución del ciclo selvático, es decir, la transmisión entre primates de distintas especies, incluido el ser humano, por vectores selváticos.
El trabajo de la UMA se refleja en la revista 'PLoS Neglected Tropical Diseases' bajo el título 'Worldwide dynamic biogeography of zoonotic and anthroponotic dengue' ('Biogeografía dinámica mundial del dengue zoonótico y antroponótico'). Se trata de un estudio llevado a cabo en el Departamento de Biología Animal de la Universidad de Málaga (UMA), en colaboración con el Centro de Vacunación Internacional de Málaga (Ministerio de Sanidad) y el Centro Internacional para la Investigación sobre Bosques (Cifor).
En el mismo se analiza la base de datos de casos de dengue más completa hasta el momento, generando mapas mundiales de alta resolución para determinar los cambios geográficos del riesgo de transmisión acaecidos desde finales del siglo XX.
Del estudio se desprende la posibilidad de que grandes áreas ya expuestas a la presencia de mosquitos Aedes invasores, pero apenas afectadas aún por el dengue (por ejemplo, el sureste de China, Papúa Nueva Guinea, el norte de Australia, el sur de los Estados Unidos, las regiones interiores de Colombia y Venezuela, Madagascar, y el sur de Europa y de Japón), experimenten una propagación de la enfermedad.
Los resultados del análisis contemplan tres posibles escenarios biogeográficos relacionados con el riesgo de transmisión de dengue:
Desde 2018, la Organización Mundial de la Salud está informando de la existencia de casos (hasta ahora puntuales) transmitidos localmente entre personas. Ocurren en provincias con presencia de mosquito tigre, evidenciando el riesgo de que la enfermedad pueda hacerse endémica si no se controla la llegada del virus de forma efectiva. Es necesario, por tanto, la concienciación ciudadana que ayude a controlar la presencia del mosquito tigre, así como informar a los viajeros en materia de prevención.
Finalmente, el estudio analiza la contribución de los primates y de los mosquitos vectores selváticos al aumento del riesgo de transmisión de dengue en zonas de Asia, África y Sudamérica. La transmisión del virus al ser humano desde otros primates (llamada "transmisión zoonótica"), si bien es escasa, está documentada en Asia y en África.
La investigación realizada en la UMA sugiere que este tipo de transmisión podría estar ganando importancia, tal vez como resultado de fenómenos como la deforestación, el cambio climático y la expansión geográfica de los vectores. Aunque nunca se ha detectado de forma directa en América, el estudio aporta evidencias biogeográficas de transmisión zoonótica de dengue en la cuenca del Amazonas y en los bosques atlánticos del sur de Brasil, donde sí está demostrada la transmisión zoonótica de fiebre amarilla (con la que el dengue comparte mosquitos vectores) en los últimos años.