Cómo aparecen los hongos en los pies: remedios para deshacerte de ellos

  • Con el verano aumentan las posibilidades de sufrir hongos en los pies: ¿Cómo evitarlos y cómo tratarlos?

En verano es mucho más frecuente la aparición de hongos en los pies: andar descalzo en superficies húmedas y calurosas es un claro factor de riesgo, y muchas veces no tomamos las precauciones adecuadas para evitarlo. Piscinas, vestuarios, duchas... son áreas en las que es mejor transitar con calzado para evitar posibles infecciones. ¿Cómo evitar los hongos en los pies y cuáles son los remedios para eliminarlos? ¿Qué son los hongos o micosis en las uñas?

Hongos en los pies: remedios y cómo evitarlos

Los hongos en los pies o pie de atleta consisten en una infección por hongos o infección fúngica producida por unos microorganismos llamados dermatofitos, y suele aparecer en los dedos de los pies y en las uñas, aunque también son frecuentes en los talones y, en general, en la planta del pie. Se asocian con espacios húmedos y cálidos, como los suelos de piscinas, duchas, vestuarios... aunque también es posible una infección de este tipo por el uso de calzado poco transpirable y la acumulación de sudor en esta zona. Por eso es importante optar por zapatos que transpiren y con holgura suficiente, para evitar la acumulación de calor y humedad.

Es muy frecuente padecerlos, y eliminarlos requiere constancia y paciencia. De hecho, según los datos de Scholl, marca especializada en el cuidado de los pies, la micosis es tan frecuente que 7 de cada 10 personas sufrirán infecciones de hongos en la piel y 45 por ciento tendrá episodios recurrentes durante más de 10 años. Por ello es importante tratar el pie de atleta lo antes posible, ya que se trata de una condición es muy contagiosa que puede propagarse rápido tanto por contacto directo como indirecto a otras partes del cuerpo, como las manos.

Cómo saber que estás empezando a tener uno

Los hongos son causa de enfermedades en las uñas y, cuando afectan a este área, son fácilmente identificables: suelen comenzar como una mancha blanca o amarilla debajo de la punta de una uña de un dedo de la mano o del pie y, a medida que la infección se extiende, el hongo puede causar decoloración y engrosamiento de la uña, así como su deterioro. Además, puede pasar de unas uñas a otras.

Cuando los hongos afectan a la piel, una de las primeras señales es la aparición de una serie de erupciones, especialmente entre los dedos, con aspecto escamoso y tono rojizo. También suele experimentarse picor, y pueden presentarse descamaciones.

Normalmente es posible tratarlos usando productos antifúngicos específicos de venta libre en farmacias, así como recurriendo a remedios naturales (como el aceite de árbol de té, el aceite de orégano o el ajo). Con todo, es recomendable acudir al médico para que valore el estado de la infección y qué áreas debemos tratar, así como qué productos son más aconsejables en nuestro caso.

Normalmente el tratamiento servirá para acabar lentamente con los hongos en los pies, atacándolos directamente. Otra opción es ir reduciendo el pH de la piel para inhibir el crecimiento de estos microorganismos. En cualquier caso, es muy importante ser constante en su aplicación y mantenerla hasta que nuestro médico nos lo indique. Los hongos pueden ser muy resistentes, sobre todo si la infección ya lleva tiempo con nosotros.

Además de utilizar un tratamiento, es recomendable (tanto para evitar una infección como para frenar su propagación) intentar mantener los pies secos y airearlos o ir descalzo de vez en cuando (en ambiente seco, claro está). También cambiar frecuentemente de calcetines, y usar un calzado que transpire. Usar siempre unas chanclas en zonas húmedas es, sin duda, un consejo clave para evitar los hongos y su propagación.