Ancianos de una residencia de Burgos entonan "Resistiré" para celebrar que están manteniendo a raya al coronavirus

  • La dirección del centro se aprovisionó a tiempo de suficiente material de protección

  • Videoconferencias y vídeos mantienen el contacto entre los ancianos y sus familiares

"Mitad suerte y mitad previsión", este ha sido el secreto de la Residencia Sierra de la Demanda, al sur de la provincia de Burgos que le ha permitidos mantener a raya al coronavirus. Ninguno de sus 50 ancianos y 23 trabajadores se ha contagiados con el SARS-CoV-2 gracias a que la dirección del centro vio venir a tiempo el peligro y se aprovisionó con suficientes EPI (mascarillas, gorros, batas, calzas y guantes) para sortear la pandemia de COVID-19 que ha sido especialmente cruel con las personas mayoresespecialmentecruel con las personas mayores.

Pero no solo han sorteado una muerte casi segura, también la soledad doblemente impuesta: la del estado de alarma y la de los familiares que han renunciado a estar con ellos y visitarles para alejar al temible coronavirus. En su lugar, la dirección del centro ha habilitado actividades y videoconferencias para que ese aislamiento lo sea menos y padres, hijos, nietos y esposas puedan verse las caras y estar en contacto aunque sea de una forma virtual.

Cuenta David de Pedro, director de esta residencia mixta que había hijos e hijas que visitaban todos los días a su padres y que alguna traía siempre magdalenas., pero que ahora eso es imposible. Cree que el hecho de haber logrado mantener el coronavirus a raya ha sido una mezcla de suerte y de previsión. "La causalidad es un factor importante pero también fuimos previsores y nos dotamos de material para que no nos pillara desprevenidos y bien pronto enseñamos a los usuarios a lavarse bien las manos".

De Pedro reconoce que "no teníamos ningún tipo de información" cuando comenzó esta epidemia. "La semana anterior al decreto del estado de alarma ya empezamos a restringir las visitas, solo podía un familiar por residente pero no había ninguna indicación oficial y nos dejaron hacer lo que quisiéramos".

También agradece al personal de la residencia su esfuerzo por mantener alejados los contagios. "Todos nos tomamos muy en serio lo de las medidas de aislamiento social: quedarnos en casa, no exponernos, protegernos y protegerlos a ellos porque somos los únicos que estamos al mismo tiempo con ellos y con nuestras familias".

Este miedo no es algo que haya detectado entre los 50 ancianos con los que conviven: "Muchos de ellos no se han enterado y otros tantos no entienden por qué esto se contagia o por qué no pueden venir a verles. Y no es que no lo agradezcan, es que no son muy conscientes de la cadena de transmisión o por qué esta ocurriendo", añade de Pedro.

La necesidad de mantener el contacto y proporcionarles ratos agradables en esta situación "tan complicada para ellos" es lo que ha llevado a los trabajadores del centro a grabar vídeos en los que celebran estar a salvo de la pandemia de COVID-19 y resistir a una enfermedad que se está ensañando especialmente con muchas residencias en el resto del país.

La residencia también está preparada para el caso de que la suerte les falle y surja algún contagio entre los ancianos, según el director, "contamos con seis habitaciones preparadas para aislar a los posibles casos que surjan y otra de enfermería. También estamos en contacto con el personal sanitario del ambulatorio de Quintanar de la Sierra para abordar esta emergencia y hemos cortado todo contacto con el exterior anulando vistas de proveedores o revisiones de servicios. Todo por mantener alejado al coronavirus".