De un tiempo a esta parte se ha puesto de moda hablar de la importancia de los prebióticos y probióticos como elemento integrante de nuestra dieta. Su consumo se relaciona con nuestro tránsito intestinal y, en general, con la buena marcha de nuestra salud. Prebióticos y probióticos son necesarios, saludables... y, afortunadamente, se encuentran presentes de forma natural en muchos alimentos, sin que sea necesario recurrir a complementos alimentarios de ningún tipo para hacernos con la dosis necesaria. ¿Qué alimentos prebióticos existen? ¿Cuál es su función?
Los alimentos prebióticos se consumen desde hace siglos y son parte de nuestra dieta, aunque no seamos conscientes e ello o no sepamos identificar dónde encontrarlos. Frutos, semillas y tubérculos son algunos de los tipos de alimentos en los que podemos encontrar prebióticos.
Pero, ¿para qué sirven los prebióticos? Básicamente, y sin adentrarnos en explicaciones complejas, los prebióticos están formados por moléculas de gran tamaño que forman parte de la fibra alimentaria (en su mayoría, hidratos de carbono), que son fermentados por la flora intestinal. Se trata de sustancias no digeribles de los alimentos que promueven el crecimiento y la actividad de bacterias beneficiosas para el intestino.
Así, son sustancias que no se degradan ni se absorben durante su tránsito por el tramo digestivo superior (estómago e intestino delgado), y que sufren una fermentación bacteriana una vez alcanzado el colon, favoreciendo además la actividad y la proliferación de determinadas bacterias intestinales con efectos beneficiosos para la salud (bifidobacterias y lactobacilos).
Además, se considera que los alimentos de este tipo entran en la categoría de alimentos funcionales, ya que producen efectos beneficiosos para la salud superiores a los de los alimentos tradicionales.
En cuanto a cuáles son los alimentos con prebióticos que puedes consumir de forma natural, normalmente están presentes en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, así como en las féculas. Estos son algunos ejemplos:
En general, seguir una dieta mediterránea rica en prebióticos, con alimentos como los mencionados, ayuda a mejorar nuestro tránsito intestinal y nuestra salud en general. Además, en el caso de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, es posible estabilizar su condición.