El catarro es una enfermedad vírica del aparato respiratorio superior. Su origen principal son los rinovirus (Picornaviridae), los patógenos más frecuentes en humanos de todas las edades. Sus síntomas aparecen dos o tres días después del contacto con secreciones de otras personas afectadas o por la inhalación de sus gotas de saliva. Pese a tratarse de una dolencia benigna suele generar un 40% del absentismo laboral. Las condiciones climatológicas típicas del otoño e invierno, que nos obligan a pasar más tiempo en estancias cerradas y en contacto con otros semejantes, y la escasa humedad ambiental propician el aumento de su prevalencia. Según la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), “es normal sufrir entre dos y cinco constipados al año, y en el caso de los más pequeños en más ocasiones si acuden al colegio o la guardería”.
Ayudar al sistema inmune
El resfriado común es una afección autolimitada y su tratamiento consiste principalmente en aliviar los molestos síntomas ayudando al cuerpo a desarrollar sus defensas para que lo combata el propio sistema inmunológico. Los antibióticos son ineficaces y están contraindicados en este caso, tan solo se aconseja la toma de analgésicos (paracetamol) siempre bajo prescripción médica.
No suele tener graves complicaciones, aunque en algunos casos las bacterias pueden aprovechar la caída de defensas para generar nuevas infecciones como la de oído, sobre todo, en el caso de los niños. Tal y como subrayan desde SemFY, los fumadores, las personas con malnutrición, estrés y los que padecen rinitis alérgica son más propensos a la infección.
Mascarillas protectoras
Tal y como confirman expertos de la Clínica Universidad de Navarra, la prevención es la única manera de esquivarlo. Japón es un ejemplo de responsabilidad frente a los constipados y es habitual ver por sus calles a personas con mascarillas para proteger a otros del contagio. Los médicos recomiendan el uso de estos protectores externos cuando arrecia el frío.
Buena higiene de manos
Los profesionales de la medicina también aconsejan evitar el contacto con personas contagiadas y lavar bien las manos, además de utilizar pañuelos desechables.
Lejos de estancias cargadas
Asimismo, evitar la estancia en ambientes cargados y tapar la nariz al toser y estornudar. Se debe rehuir de los cambios bruscos de temperaturas y protegerse del frío cubriendo el cuerpo con distintas capas de ropa.
Beber agua
“Beba mucha agua para que las secreciones nasales sean fluidas y mantenga las vías respiratorias húmedas”, señalan desde el centro médico navarro. Existen múltiples opciones de humidificadores en el mercado que permitirán mantener un ambiente húmedo y libre de virus en suspensión.
Evitar la transmisión
Desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) insisten en lo importante que es impedir la transmisión. “Quédese en casa mientras esté enfermo y no mande a los niños a la escuela y guardería mientras tengan la dolencia”, recalcan, y piden a los afectados desinfectar las superficies y los objetos que se tocan con frecuencia como los pomos de las puertas.