Alerta hongos: hablamos con un experto sobre si es aconsejable sentarse en el borde de la piscina
Cristina Abel
01/07/201809:45 h.Piscinas y sudoración excesiva
"Los hongos en general suelen anidar o infectar zonas húmedas y maceradas, y las piscinas suelen ser uno de esos lugares donde suelen coincidir estas circunstancias. Otras zonas habituales son los gimnasios, los baños y las duchas, por lo que es aconsejable siempre ir con chanclas", señala Julio García, microbiólogo y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología (SEIMC).
"Es menos frecuente que se den en el borde las instalaciones porque ese tipo de hongos suelen colonizar las zonas interdigitales de los pies, en la piel lampiña o en los muslos son menos frecuentes", señala. Asimismo, especialista subraya como una de las principales vías de contagio de microorganismos en los pies la sudoración, algo que ha aumentado en los últimos años con el incremento de la práctica deportiva, sobre todo en el caso del "running". "Ahora está muy de moda correr y dentro de la zapatilla se produce un aumento de la transpiración del piel, que hace que la dermis se macere y las uñas sufran traumatismos, factores predisponentes para las micosis", añade.
Zapatos de plástico, malos aliados
Una perspectiva que también apoya Rafael Navarro, podólogo y secretario general del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos, que recuerda lo importante que es preservar esa zona del cuerpo porque es la que tiene contacto directo con el medio externo. "Lo más importante es mantener el cuidado de la piel, que esté intacta, porque es la única barrera que nos protege del medio externo", señala el doctor, que recuerda que la dermis es más impermeable incluso que la uña.
"Una vía de entrada habitual de hongos y bacterias en nuestros pies son las grietas o heridas que podemos tener en los dedos. Cuanto más calor hace, más sudamos y si llevamos un calzado o una zapatilla, que la mayoría hoy en día son de plástico o semipiel, más nos va a transpirar y causará un deterioro que podría romper la barrera protectora de la piel", añade.
Prúrito y mal olor, síntomas
Para distinguirlas, Navarro nos advierte que se tratan de lesiones localizadas entre los dedos y el arco plantal, y se desarrollan en forma de vesículas, que se rompen, y suelen ir acompañadas de picores. "Si hay mal olor entre los dedos, también estamos ante una posible infección. Una cosa es que el pie sude y otra cosa que huela mal porque eso indica una descomposición bacteriana", indica.
Cuidado con los esmaltados permanentes
Otra de las zonas de anidación habitual son las uñas, que en el caso de las infecciones en personas jóvenes suele producirse por micro traumatismos previos, como el golpeteo con el zapato o la hiperextensión del primer dedo, que conllevan pequeñas grietas que se convierten en una vía de entrada para esos hongos.
"Otros factores son la edad, enfermedades como la diabetes, problemas de circulación que suelen dar problemas en personas con las cutículas muy engrosadas", afirma. Pero también están aumentando los casos de micosis en personas que abusan del esmaltado. "La uña es muy permeable al agua, más que la piel y si a eso sumamos una capa impermeable rompemos esa permeabilidad, por lo que la cutícula no se oxigena y favorecemos también la aparición de hongos, sobre todo con los esmaltes permanente", advierte el doctor.
Otitis externas, otro clásico piscinero
Otra de la infecciones habituales en las piscinas son las otitis externas. "La humedad nos predisponen ante posibles infecciones. Facilita que cuando el hongo está en contacto con la piel puede colonizarla y crear una infección, pero también las bacterias, responsables de las otitis externas, cuyo contagio suele producirse en las piscinas y cuya proliferación aumenta en el verano", recuerda el microbiólogo. Por otra parte, García que este tipo de infecciones son menos frecuentes en las playas, aunque dependerá de las características de esta, de si cuenta con servicios de ducha o zonas donde se puede acumular el agua.
Prevenir es curar
Para prevenir el contagio, el especialista nos recomienda siempre el uso de calzado adecuado, como las chanclas, una prenda de la que no debemos desprendernos. "También es conveniente evitar ir con el pie cerrado, el uso de calcetines de algodón y cuando uno se baña o se ducha, secarse muy bien los pies porque es la zona más predispuesta. Incluso aconsejo que se pasen el secador de pelo para que no quede nada de humedad", sentencia.