Las alergias más comunes en España
La primavera es una etapa temida por los alérgicos, pero no todas las alergias se producen en estos meses
Sus síntomas pueden ser muy distintos y aunque suelen ser simplemente molestos, en ocasiones pueden resultar mortales
Serás más propenso a sufrir una alergia si tienes antecedentes familiares de asma o alergias,
'Primavera' y 'alergia' son dos conceptos que parecen ir inevitablemente de la mano. Sin embargo, y aunque las alergias asociadas a los meses de llegada del buen tiempo son algunas de las más comunes, a veces se nos olvida que existe un amplio catálogo de alergias que podemos experimentar. Conocerlas es clave para aprender a identificar posibles síntomas y tomar así medidas para evitar sentirnos incómodos o, en los casos más graves, exponernos a momentos de verdadero peligro. Estas son las alergias más comunes en España y sus síntomas.
Las alergias más comunes en España y sus síntomas
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Sufrir alergia es algo a lo que estamos acostumbrados los españoles: se trata de una enfermedad bastante común en todas sus formas, aunque unas lo son más que otras. A día de hoy sigue siendo un misterio por qué se producen, pero sí existen una serie de puntos en común entre todas ellas: se trata de reacciones exageradas de nuestro organismo ante determinados agentes externos que son percibidos como una amenaza. De ahí que se produzcan determinados síntomas que, muchas veces, son comunes a todas ellas, variando simplemente el alérgeno que los provoca.
Además, es importante saber que no todas las alergias son iguales y que sus síntomas, en determinados casos, pueden llegar a ser mortales. La mayoría de las veces la alergia simplemente resulta molesta y nos dificulta la realización de nuestras tareas diarias. Picor en los ojos, en la piel o en la garganta; estornudos, mucosidad o tos; inflamaciones leves... son los síntomas más comunes de la alergia. En los casos más graves nos encontramos además con episodios de diarrea, vómitos y náuseas; hinchazón en boca, labios y lengua o rostro (a veces incluso en los dedos de las manos); mareos; desmayos y dificultad para respirar o asfixia.
Existen muchísimas sustancias que pueden convertirse en alérgeno para el ser humano, algunas más comunes que otras. Por ejemplo, la alergia a los ácaros del polvo, a los gatos, al polen, a determinados alimentos, a las picaduras de insectos, al moho, al sol... son bastante frecuentes. Además, sabemos que, en general, un organismo poco expuesto a agentes infecciosos o muy acostumbrado al uso de antibióticos puede ser más propenso a sufrir alergias, ya que su organismo tenderá a reaccionar de forma exagerada ante elementos extraños cuando éstos entren en contacto con él.
En cuanto a los tipos de alergia más comunes, tal y como asegura Mayo Clinic, las alergias más frecuentes en España (en función de los alérgenos que las provocan) son las siguientes:
- Alérgenos aéreos (polen, caspa de mascotas, ácaros del polvo, moho...) Es frecuente la alergia al pelo de perros y gatos, por lo que la limpieza es clave para evitar sus efectos.
- Determinados alimentos, sobre todo el cacahuete, los frutos secos, el trigo, la soja, el pescado, ciertos mariscos, los huevos o la leche.
- Picaduras de insectos, como las de abeja o avispa.
- Algunos medicamentos, sobre todo la penicilina, así como los antibióticos basados en la penicilina, o el ácido acetil salicílico.
- Látex u otras sustancias que, al contacto con la piel, pueden causar reacciones alérgicas en ésta. Suelen aparecer en presencia de guantes, preservativos, colchones o ciertos dispositivos médicos.
Por último, es importante saber que, en general, serás más propenso a sufrir una alergia si tienes antecedentes familiares de asma o alergias, como rinitis alérgica (fiebre del heno), urticaria o eccema. También los niños son más propensos a sufrirlas, así como quienes ya padezcan asma u otra afección similar.
A modo preventivo, en general, se recomienda evitar aquellas sustancias que nos provoquen alergia (sobre todo si generan en nosotros síntomas peligrosos), así como llevar con nosotros la medicación adecuada (en caso de ser necesario) y, en caso de posibles reacciones graves, portar una pulsera de alerta médica en la que se identifique qué tipo de alergia grave sufres y qué medidas deben adoptarse.