Telefonear a las personas mayores que están solas confinadas en sus casas por la pandemia de coronavirus y transmitirles mensajes de tranquilidad es la tarea que está llevando a cabo la fundación Amics de la Gent Major, que ha sustituido el acompañamiento presencial por "llamadas amigas".
Así lo ha explicado a EFE Antonio Miguel Fernández, el presidente de esta fundación creada hace dos décadas para acompañar a mayores que viven solos y que el año pasado atendió a más de mil personas de la ciudad de València y localidades de alrededores gracias a la labor de 800 voluntarios.
La situación generada por el coronavirus les ha obligado a suspender los acompañamientos presenciales de todos sus voluntarios en domicilios, residencias y hospitales, si bien continúan el lazo afectivo creado con ellos a través de llamadas telefónicas, por Skype o Whatsapp, o mediante las redes sociales, señala.
El presidente de Amics de la Gent Major ha hecho un llamamiento a las personas que quieran colaborar en hacer esas "llamadas amigas" tanto a personas mayores como a aquellas que se sientan solas, que pueden contactar con la fundación en el teléfono 963841851 y así organizar este servicio.
"No es tan difícil hacerlo posible, ahora todos tenemos más tiempo libre", destaca Fernández, quien precisa que en función de la disponibilidad de quienes se ofrezcan voluntarios puede ser una llamada diaria o cada dos días, y con ella "hacer un poco más felices a estas personas en su soledad".
Según ha explicado, en las llamadas que están efectuando los voluntarios a los mayores primero se les ofrece información y después se les tranquiliza, pues en general se trata de personas de alto riesgo, que sufren enfermedades crónicas o dependencia, a lo que hay que sumar el "plus de la soledad no deseada".
Hay ancianos a los que se les llama incluso varias veces al día, "lo que haga falta", pues hay quienes se sienten asustados "y el miedo nunca viene bien a nadie, por lo que se les da información sosegada, se les intenta reducir la alarma y se les explica qué tienen que hacer", indica el presidente.
Fernández destaca que las personas atendidas por la fundación se han encontrado "de buenas a primeras" con que los voluntarios que les acompañaban un rato al día o a la semana han dejado de hacerlo por la pandemia del coronavirus, si bien se les ha explicado que no están solos en esto y pueden llamarles a ellos o a la sede.
El presidente de Amics de la Gent Major, quien señala que el lema de esta fundación es "amistad contra la soledad" y reivindica que la vejez no debe ser "un lastre sino una oportunidad", insiste en que dedicarles uno poco del tiempo libre "puede hacer felices a estas personas" y reducir su aislamiento.