Empezar el día con un retraso en el cercanías que nos lleva al trabajo, si es algo puntual, estresa lo justo, pero si los problemas son con demasiada frecuencia, las averías del tren pueden afectar a la salud de los usuarios, conclusiones que se abordan en un estudio-
Cristina Carro es una usuaria del cercanías que tiene que salir tres horas antes de su casa en Tarragona para ir en tren a su trabajo en Barcelona. Debería tardar como mucho una hora y aun así casi nunca llega a tiempo. Explica que "es ir para la estación y empezar ya el revuelto de tripas".
Esta incertidumbre, esperar durante horas trenes que no llegan nunca, le genera tanto estrés y ansiedad que ha estado un mes y medio de baja.
"No estoy bien, estoy muy nerviosa. Psicológicamente yo oigo un tren y buufff” asegura ante las cámaras.
El no saber a qué hora llegará al trabajar ni a su casa a Elena le ha hecho cambiar el Rodalies por un coche compartido. "El saber que ni estás trabajando ni estás en tu casa y que ese tiempo está perdido a mí me mermaba por dentro", afirma.
Las incidencias en el cercanías catalán son constantes, hasta 70 se han registrado en el último mes: más de dos al día.
"Da igual si ha caído la tensión, si están haciendo obras, si es que no sabes qué pasa, si te tienes que cambiar de tren y después de una hora te lo dicen". El impacto psicológico en los pasajeros es elevado.
"Cuando nos exponemos a un estrés durante tanto tiempo genera una serie de consecuencias a nivel psicológico", asegura Sergi Martín-Arbós, profesor en psicología de la Universitat Rovira i Virgili.
Los trenes con retrasos graves de Rodalies han aumentado un 135% en la última década.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.