Investigadores establecen una relación entre nuestra forma de respirar y el alzhéimer

Investigadores creen que hay una conexión entre nuestra forma de respirar y enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer
  • El estudio comparó a 19 pacientes con alzhéimer con 20 individuos sanos revelando diferencias notables en sus patrones de respiración y actividad cerebral

  • Los pacientes con alzhéimer presentaron una tasa de respiración más alta en comparación con los individuos sanos

  • ¿Hay relación entre el alzhéimer y la crisis climática?

Un equipo de investigadores del Reino Unido y Eslovenia ha realizado un estudio publicado por la revista Brains Communications en el que han identificado patrones específicos de actividad cerebral y respiración que podrían servir como indicadores tempranos de la enfermedad de Alzheimer. El descubrimiento podría cambiar la forma cómo se diagnostica y trata esta enfermedad neurodegenerativa, ofreciendo nuevas esperanzas para los pacientes y sus familias.

El estudio comparó a 19 pacientes con alzhéimer con 20 individuos sanos, revelando diferencias notables en sus patrones de respiración y actividad cerebral. Los pacientes con alzhéimer presentaron una tasa de respiración más alta, con un promedio de 17 respiraciones por minuto, en comparación con los individuos sanos. Además, se observaron interrupciones significativas en el flujo sanguíneo y la actividad cerebral de los pacientes afectados por la enfermedad.

La importancia de la oxigenación cerebral

Estos hallazgos sugieren una conexión entre la oxigenación cerebral y las enfermedades neurodegenerativas. La forma en que respiramos podría influir en la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, afectando su funcionamiento y potencialmente contribuyendo al desarrollo del alzhéimer. Este vínculo entre la respiración y la salud cerebral abre nuevas vías para la investigación y el tratamiento de la enfermedad.

La oxigenación cerebral es crucial para el funcionamiento óptimo del cerebro. El cerebro, aunque representa solo el 2 % del peso corporal, consume aproximadamente el 20 % del oxígeno del cuerpo. Cualquier interrupción en el suministro de oxígeno puede tener efectos devastadores en la función cerebral, lo que podría explicar por qué los patrones de respiración alterados están asociados con el alzhéimer.

La respiración es un proceso vital que no solo suministra oxígeno al cuerpo, sino que también ayuda a regular el equilibrio de gases en la sangre, lo que es esencial para mantener la homeostasis cerebral. Un aumento en la tasa de respiración podría indicar un intento del cuerpo por compensar una deficiencia de oxígeno en el cerebro, lo que podría ser un signo temprano de deterioro cognitivo.

Cambios en el diagnóstico y tratamiento

Los resultados de este estudio tienen importantes implicaciones para el diagnóstico y tratamiento del alzhéimer. La identificación de patrones de respiración como indicadores de la enfermedad podría llevar al desarrollo de métodos de detección no invasivos y rentables. Esto permitiría un diagnóstico más temprano, lo que es crucial para implementar tratamientos que puedan ralentizar la progresión de la enfermedad.

Además, estos hallazgos podrían inspirar nuevas estrategias terapéuticas centradas en mejorar la oxigenación cerebral. Intervenciones que optimicen la respiración y el flujo sanguíneo cerebral podrían convertirse en componentes clave en el manejo del alzhéimer, mejorando la calidad de vida de los pacientes.

Sin embargo, es necesario realizar más investigaciones para comprender completamente la relación entre la respiración y el alzhéimer. Los investigadores planean explorar cómo los cambios en los patrones de respiración afectan la función cerebral a nivel molecular y cómo estos cambios podrían ser utilizados para predecir el riesgo de desarrollar la enfermedad.

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