La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es ya una amenaza creciente en España. Se estima que afecta al 15% de la población en alguno de sus estadios, aunque la mayoría de los casos sigue sin diagnosticar.
Se la conoce como una “epidemia silenciosa” porque no da síntomas hasta que el daño es avanzado. De hecho, muchos pacientes descubren que tienen un problema renal cuando ya necesitan un Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS): diálisis o trasplante. En la última década, el número de personas que requieren estas terapias ha aumentado más de un 30%, superando los 67.000 casos. Cada año, unas 7.000 personas ingresan en estos programas, y uno de cada cuatro lo hace a causa de la diabetes. Sin embargo, gran parte de estos casos podrían prevenirse con hábitos de vida saludables y una detección precoz.
Con motivo del Día Mundial del Riñón, que se celebra el 14 de marzo, conversamos con Emilio Sánchez, presidente de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), sobre los desafíos, avances y el futuro de esta enfermedad que afecta, sin saberlo, a uno de cada siete españoles.
Pregunta: ¿Cómo está actualmente la situación de la enfermedad renal en España?
Respuesta: A día de hoy, el 15% de la población española tiene enfermedad renal crónica. Eso significa que una de cada siete personas que vemos por la calle sufre esta enfermedad, aunque probablemente no lo sepa. Y si no hacemos nada, esa cifra seguirá aumentando: para 2040 podría llegar a afectar a un tercio de las personas mayores de 65 años y convertirse en la quinta causa de mortalidad en España.
Estamos ante una enfermedad altamente infradiagnosticada. Solo el 20% de los pacientes saben que la padecen, y lo que es más preocupante: solo el 20% de los médicos de Atención Primaria piensan en ella como posibilidad. Por eso, nuestra prioridad es hacer campaña tras campaña y dar visibilidad a este problema de salud pública.
P: ¿Por qué solo el 20% de los pacientes saben que la padecen? ¿Cuándo suele dar la cara?
R: La enfermedad renal crónica tiene cinco estadios. En el estadio cinco, el más avanzado, solo la mitad de los pacientes presentan síntomas. Y además son síntomas inespecíficos: cansancio, falta de apetito, náuseas ocasionales o hinchazón de tobillos. ¿Quién no se ha sentido así alguna vez? Asociar estos síntomas a una enfermedad renal es complicado. Por eso es importante que, si alguien tiene estos signos y además es diabético, hipertenso u obeso, se piense en esta posibilidad.
P: ¿Qué consecuencias tiene no recibir un diagnóstico a tiempo?
R: Si no se detecta y no se toman medidas, la enfermedad progresa. Y cuando el riñón falla por completo, se necesita un tratamiento renal sustitutivo para vivir. Esto puede ser un trasplante o la diálisis, que puede hacerse en centros (hemodiálisis) o en casa (diálisis peritoneal). Aunque estos tratamientos permiten seguir viviendo, la calidad de vida se ve mermada. Hay mayor riesgo de eventos cardiovasculares, infecciones, cáncer y hospitalizaciones. Lo ideal es evitar llegar a ese punto.
P: ¿Qué medidas proponen desde la Sociedad Española de Nefrología para mejorar esta situación?
R: Con motivo del Día Mundial del Riñón, este año el lema es "¿Están bien tus riñones? Descúbrelo a tiempo, protege tu salud renal". Es un mensaje que marca la organización internacional y que adoptamos todas las sociedades de nefrología del mundo. En esta edición pone el foco en el diagnóstico precoz, porque si logramos diagnosticar a estas personas a tiempo, podemos tratarlas y frenar el avance de la enfermedad. Por eso, el objetivo es concienciar tanto a la ciudadanía como al personal sanitario, especialmente en Atención Primaria, ya que la mayoría de los diagnósticos de esta enfermedad podrían producirse en ese primer nivel asistencial.
P: ¿Cómo pueden los profesionales de Atención Primaria detectar un posible problema renal a tiempo?
R: Ese es uno de los grandes retos, porque hablamos de una “epidemia silenciosa”. Por eso, es fundamental ir a detectar si pudiera existir un problema de manera activa. Sabemos quiénes tienen mayor riesgo: personas de edad media o avanzada, con diabetes, hipertensión, obesidad o antecedentes de enfermedad cardiovascular.
Si yo fuera un médico de Atención Primaria y un paciente con esos perfiles viene a consulta, aunque solo sea porque le duele la rodilla, debería encenderse una “luz de alarma” para pensar: ¿y si tiene enfermedad renal crónica? El diagnóstico es muy sencillo. Solo hace falta una gota de sangre para medir la tasa de filtración glomerular, que indica el estado actual del riñón, y una muestra de orina para detectar albuminuria, que nos ofrece una visión de lo que puede pasar en los próximos años. Por menos de un euro se puede hacer el diagnóstico. No debería quedar ningún ciudadano sin saber si tiene enfermedad renal crónic
P: ¿Cree que la sociedad está lo suficientemente concienciada sobre el problema?
R: No, aún nos queda mucho camino. Siempre digo que, si preguntamos en la calle qué es un cardiólogo, el 100% de la gente lo sabe. Pero si preguntamos qué es un nefrólogo, quizá solo un 10 o un 15% lo sepa. Y el nefrólogo es quien cuida de los riñones. Por eso necesitamos campañas de concienciación y el apoyo de los medios de comunicación. Al final, quien se beneficia de ese esfuerzo es la propia sociedad, que puede mejorar su salud renal y su calidad de vida.
P: ¿Qué puede hacer la sociedad para concienciarse y actuar?
R: Las personas que pertenezcan a esos grupos de riesgo deberían tomar la iniciativa. Si alguien se siente identificado —porque tiene diabetes, hipertensión o antecedentes cardiovasculares—, le animo a ir a su médico de cabecera y decirle: "¿Por qué no me hace un chequeo renal?". Con una simple analítica y análisis de orina se puede saber si hay enfermedad renal crónica y cuál es el riesgo de progresión en los próximos años.
P: ¿Qué avances se han producido en el tratamiento de la enfermedad renal crónica?
R: Por suerte, ahora en 2025 ya podemos decir que tenemos cuatro pilares de tratamiento de la enfermedad renal crónica. Hasta 2022 solo contábamos con un grupo de fármacos, los inhibidores del sistema renina-angiotensina-aldosterona, disponibles desde hace más de 30 años. Pero desde entonces se han sumado tres nuevos grupos de medicamentos que nos ayudan a frenar la progresión de la enfermedad.
Nuestro objetivo es reducir el número de personas que necesiten diálisis o trasplante. Incluso existe una iniciativa internacional llamada ‘Diálisis zero’, un sueño que plantea que, para el año 2040, la diálisis casi haya desaparecido como necesidad habitual. Es ambicioso, pero si nos acercamos a ese objetivo, sería un logro inmenso.
P: ¿Considera que el sistema sanitario español está suficientemente enfocado en la prevención?
R: Tenemos un sistema sanitario excelente para atender enfermedades agudas. Si tienes un infarto, en muy poco tiempo estás ingresado y tratado con calidad. Pero no somos tan buenos en prevención primaria. Y es fundamental, porque no hay mejor enfermedad que la que no se llega a tener.
Necesitamos estrategias para promover hábitos de vida saludables: alimentación natural cocinada en casa, evitar ultraprocesados, reducir la sal, dejar de fumar, controlar el peso y la tensión arterial... Esto reduce el riesgo de enfermedad renal crónica. La prevención secundaria es igualmente clave: si ya tienes factores de riesgo como diabetes o hipertensión, hay que intervenir antes de que aparezca la enfermedad.
P: ¿Qué propuestas estáis trasladando al Ministerio de Sanidad para mejorar el diagnóstico precoz?
R: Como he dicho, el cribado es sencillo: basta con esa analítica básica de sangre y orina. Estamos trabajando con el Ministerio de Sanidad para que, al igual que se hace con el cáncer de colon o de mama, se envíe una carta a las personas cuando cumplan 50 años, animándolas a acudir al centro de salud y hacerse estas pruebas.
Por solo 90 céntimos, el sistema puede detectar precozmente la enfermedad renal y poner en marcha el tratamiento necesario. Es una inversión mínima con un beneficio enorme.
P: ¿Cuándo podrían ponerse en marcha estas medidas?
R: Estamos avanzando en esa dirección. La Nefrología ha sido incluida en el nuevo Plan Estratégico de Abordaje de la Cronicidad del Ministerio de Sanidad. Desde la Sociedad Española de Nefrología estamos colaborando para que, antes de que acabe el año, se apruebe el Plan de Salud Renal y podamos empezar a implementar todas estas medidas.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.