Un estudio descubre niveles alarmantes de microplásticos y nanoplásticos en el cerebro

Un estudio reciente publicado en Nature Medicine ha revelado que los microplásticos y nanoplásticos se acumulan en el cerebro humano
Los investigadores han observado concentraciones considerablemente más altas de estas partículas en muestras de 2024 en comparación con las de 2016
En términos generales, las muestras de cerebro contenían entre 7 y 30 veces más PNM que las de hígado y riñón
Los microplásticos, partículas de plástico de menos de cinco milímetros, se han infiltrado en el medio ambiente a un ritmo preocupante debido al creciente uso global de plásticos. En las últimas décadas, los niveles de estas partículas han aumentado drásticamente, con una producción anual de más de 300 millones de toneladas de plásticos y unos 2,5 millones de toneladas flotando en los océanos en 2023, superando por diez veces los niveles registrados en 2005. Informa Montse Ávila.
Un estudio reciente publicado en Nature Medicine ha revelado que los microplásticos y nanoplásticos, cuyo tamaño varía entre 1 y 1000 nanómetros, se acumulan en mayores cantidades en el cerebro humano que en el hígado y los riñones. La neurotoxicóloga de la Universidad de Utrecht en los Países Bajos, Emma Kasteel, se ha asombrado ante el descubrimiento del estudio: "Era mucho mayor de lo que yo habría esperado".
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Niveles cada vez más altos
Además, los investigadores han observado concentraciones considerablemente más altas de estas partículas en muestras de 2024 en comparación con las de 2016, siendo especialmente elevados los niveles en los cerebros de personas diagnosticadas con demencia.
Aunque el estudio no establece una relación directa entre las partículas de plástico y la demencia, genera dudas sobre las posibles repercusiones para la salud debido a la exposición a los plásticos. Si bien la comunidad científica tiene claro que estas partículas están presentes en nuestro organismo, aún se desconoce su impacto exacto en nuestra salud.
Creemos que esto no es más que un reflejo de la acumulación y exposición medioambientales, asegura Campen
El profesor de ciencias farmacéuticas de la Universidad de Nuevo México, afirma la consecuencia de esta situación: "Creemos que esto no es más que un reflejo de la acumulación y exposición medioambientales". A su vez, asegura que "la gente está expuesta a niveles cada vez mayores de microplásticos y nanoplásticos".
La contaminación por plásticos
Los microplásticos y nanoplásticos (MNP) son partículas tan pequeñas que resultan invisibles a simple vista. Provienen de plásticos de mayor tamaño, como botellas de refrescos, bolsas de la compra y envases de poliestireno, que se desintegran en el medio ambiente.
Desde la década de 1970, la comunidad científica ha investigado los MNP en los océanos. Se ha comprobado que los animales marinos tienen microplásticos en sus cuerpos, los cuales absorben en agua al consumir peces contaminados. Estos microplásticos también acumulan en los tejidos de otros animales que forman parte de nuestra dieta, como cerdos, vacas y pollos.
Los MNP también pueden llegar al aire, siendo más comunes en espacios cerrados que en el exterior debido a la liberación de partículas provenientes de la ropa, muebles y productos domésticos. Una vez inhaladas, estas partículas pueden trasladarse a través del cuerpo y acumularse en diferentes órganos. Diversos estudios han detectado la presencia de MNP en pulmones humanos, placentas, vasos sanguíneos y médula ósea.
Presencia en el cerebro
El estudio, publicado esta semana, ha confirmado la presencia de nanopartículas en el cerebro humano a niveles preocupantes. Los investigadores han analizado 52 muestras de cerebro humano, tomadas de la corteza frontal, la zona del cerebro encargada del juicio, la toma de decisiones y el control del movimiento muscular. También se examinaron muestras de hígado y riñón de los mismos cuerpos, utilizando imágenes microscópicas y análisis moleculares para determinar la composición química de los tejidos.
Estoy bastante sorprendida por la cantidad de microplásticos que encontraron, reconoce Kasteel
La neurotoxicóloga de la Universidad de Utrecht en los Países Bajos, Emma Kasteel, se ha asombrado ante el descubrimiento del estudio: "Estoy bastante sorprendida por la cantidad de microplásticos que encontraron".
En términos generales, las muestras de cerebro contenían entre 7 y 30 veces más PNM que las de hígado y riñón. Las partículas detectadas en el cerebro eran principalmente pequeños fragmentos o escamas de polietileno, uno de los plásticos más utilizados en el mundo, especialmente en envases.
Según Kasteel, resulta lógico que los MNP se acumulen en el cerebro en mayor cantidad que en otros órganos. La inhalación de partículas a través de la nariz hasta el bulbo olfatorio, la parte del cerebro encargada de procesar el olfato, ofrece a los PNM presentes en el aire, una vía más directa hacia el cerebro que hacia otros órganos.
Campen indica que la edad de la persona no se relacionaba con la cantidad de plástico en los órganos, lo que sugiere que el cuerpo elimina el plástico de alguna forma. De no ser así, los órganos de las personas mayores seguirían acumulando plástico con el paso de los años.
Efectos y soluciones
Aunque la comunidad científica aún no comprende completamente las repercusiones de los PNM en el cerebro, ha solicitado más investigaciones para determinar si resultan perjudiciales. Algunos estudios han sugerido que la presencia de nanopartículas en las arterias podría ser un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, y que las células cancerosas en el estómago pueden multiplicarse con mayor rapidez al entrar en contacto con nanopartículas.
No sabemos mucho sobre los efectos para la salud, pero el hecho es que están ahí y no deberían estarlo
"Cada vez más estudios demuestran que los plásticos están presentes en el cerebro, incluido este nuevo, y no deberían estar ahí", asegura Kasteel. "No sabemos mucho sobre los efectos para la salud, pero el hecho es que están ahí y no deberían estarlo, y quizá eso sea suficientemente preocupante", añade.
Aunque no es posible eliminar por completo la exposición a los plásticos, Kasteel sostiene que, a nivel personal, se pueden tomar decisiones pequeñas para reducirla. Entre ellas, minimizar el uso de plásticos de un solo uso, mantener una buena ventilación en el hogar, aspirar con regularidad para eliminar polvo y restos de plástico, y evitar productos cosméticos que incorporen MNP intencionadamente, como los exfoliantes con perlas plásticas.
"El plástico está en todas partes. La mayoría de la gente no puede imaginar un mundo sin plástico... aunque dejáramos de producir plástico ahora mismo, el mundo seguiría lleno de microplásticos", sentencia Kasteel. "Así que es bueno pensar en medidas de mitigación, aplicando un principio de precaución, y ver qué podemos hacer para minimizar la exposición, para tal vez prevenir ciertos riesgos para la salud".
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