{{#section.link.href}} {{section.link.title}} {{/section.link.href}}
Una lata de bebida energética, consumidas habitualmente entre menores, suele contener hasta 160 mg de cafeína
Los peligros de las bebidas energéticas: pueden producir ansiedad, taquicardia, insomnio y diferentes problemas de salud mental
Los expertos apuestan por prohibir su venta en menores
Nutricionistas alertan de los peligros de consumir bebidas energéticas para "aumentar" la concentración en los estudios
Las bebidas energéticas se han comercializado durante muchos años como un producto refrescante que ayuda a la recuperación física y mejora la resistencia. Un producto que está compuesto por cafeína, taurina y otras sustancias estimulantes que son totalmente desaconsejables para la salud por nutricionistas y dietistas.
Muchos sanitarios están tratando de limitar su consumo, especialmente en los jóvenes, quienes suelen abusar del consumo de este tipo de bebida de forma habitual, tomando varios de estos al día. Según los expertos, entre los efectos más negativos son sus consecuencias en el sistema nervioso central y cardiovascular, además de la relación con la obesidad y el sobrepeso.
Más
La cantidad de cafeína que consumen los menores con estas bebidas
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición es bastante clara a la hora de detallar sus recomendaciones sobre el consumo de bebidas energéticas y detalla que las que tienen un alto contenido en cafeína son las que aportan más de 15 miligramos por cada 100 mililitros de bebida.
Para hacer entender mejor esta situación, la lata de 250 ml de bebida energética que suelen beber los jóvenes contiene 80 mg de cafeína. Es decir, una lata equivale a un café expreso.
Las latas de bebida energética que son un poco más altas, de 330 ml, contienen en su interior unos 105,6 mg de cafeína, una cantidad equivalente a 1,32 cafés expreso. Y por último, la lata de 500 ml contiene 160 mg, como si se bebieran dos expresos seguidos.
Unos datos muy preocupantes si tenemos en cuenta que estas bebidas energéticas son consumidas por menores de edad, día tras día y de forma abundante, en su alimentación y rutina. Un hábito que conlleva a imsomnio, estrés o alteración de sus estados de ánimo.
Los componentes de las bebidas energéticas
En general, las bebidas energéticas están compuestas por cafeína, taurina y la D-glucurono-γ-lactona. La cafeína sintética se encuentra asimismo en combinación con la p-sinefrina en una serie de complementos alimenticios que se comercializan con fines adelgazantes y para mejorar el rendimiento deportivo. Por su parte, la taurina, combinada con la cafeína puede provocar ansiedad, insomnio, taquicardia y problemas relacionados son la salud mental.
Ahora, el Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN) ha presentado una serie de aportaciones al proyecto de Estrategia Nacional de Alimentación impulsado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, entre las que se encuentran restringir la publicidad de alimentos no saludables y prohibir la venta de bebidas energéticas a menores, entre otras medidas.
El tema ha sido tan comentado que, incluso en redes sociales, se ha podido ver cómo la gente pregunta sobre los riesgos del consumo excesivo de las bebidas energéticas. El famoso enfermero de TikTok, ha hecho varios vídeos donde explica qué enfermedades se pueden desarrollar a partir de esta especie de refresco.
La petición que le han hecho al Gobierno
"Con estas medidas buscamos crear entornos y hábitos más saludables, así como reducir riesgos asociados a una mala alimentación, todo ello factores que contribuyen a la obesidad infantil en España y al riesgo de enfermedades no transmisibles asociadas a hábitos dietéticos", explica el presidente del CGCODN, Manuel Moñino.
En este sentido, reclama al Gobierno la incorporación plena de dietistas-nutricionistas en atención primaria, especializada y salud pública para asegurar una cobertura adecuada en el Sistema Nacional de Salud y garantizar así el acceso equitativo a este servicio en España. "La evidencia científica, tal y como se recoge en la Declaración de Budapest, demuestra que la inclusión del dietista-nutricionista optimiza resultados clínicos, reduce las estancias hospitalarias, mejora la calidad de vida y disminuye los costes sanitarios", recuerda Manuel Moñino.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.
