La información está ganando la batalla contra el tabaco. La mayoría de los fumadores, activos o pasivos, conocen los riesgos a los que se exponen cuando deciden fumar o están al alcance del humo. La estadística señala que cada vez hay menos fumadores en nuestro país. Los datos del INE muestran que en 2022 se consumieron 17 millones de cigarrillos, la mitad que en 2012. Junto a este descenso significativo, ha surgido un floreciente mercado de productos creados para abandonar el tabaco, una adicción que necesita más que la simple voluntad para poder superarla.
Entre los productos pensados para escapar al tabaquismo, se encuentran los vapeadores y, últimamente, las bolsas de nicotina y el 'snus', dos productos que prometen ser menos lesivos para la salud que el tabaco. Sin embargo, como demuestra el Ministerio de Sanidad en un informe de 2023, no es cierto que sean productos 'blancos'.
Dada la novedad y el riesgo potencial de estos nuevos productos, el Instituto Federal para valoración de Riesgos (BfR) de Alemania junto con la Universidad Ludwig-Maximilian de Múnich (LMU) ha llevado a cabo una investigación exhaustiva para confirmar la composición y el comportamiento en el organismo de estos productos, notificados por primera vez en Suecia, Estados Unidos y Reino Unido en 2019.
Las 'nicotine pouches' o bolsas de nicotina contienen sales de nicotina junto con otras sustancias, entre las que se encuentran la celulosa microcristalina, carbonato de sodio y otras sales de carbónico, ácido cítrico y diversos aromas. En ningún caso contienen tabaco y por ello, y por su origen químico, pueden parecer inocuas.
Por su parte, el 'snus' es algo distinto: son pequeñas bolsas de tabaco que se sitúan entre la encía y el labio superior. En el resto de la Unión Europea está prohibido, pero en Estados Unidos se venden productos similares. En los últimos años ha surgido una nueva versión de estos que sustituye el tabaco por nicotina de síntesis, entre otros subproductos.
Los estudios realizados muestran que al menos la mitad del contenido de nicotina de estas bolsas puede ser absorbida en el torrente sanguíneo, alcanzando niveles semejantes a los obtenidos por el consumo de cigarrillos convencionales y en algunos cigarrillos electrónicos.
Pero la conclusión más preocupante es que generan una adicción similar al tabaquismo tradicional. Por esta razón, en noviembre de 2024, el Ministerio de Sanidad amplió la regulación de este tipo de productos estableciendo nuevos requisitos de seguridad, etiquetado y comercialización. En cuanto al etiquetado, se obliga a dar la información más veraz para los consumidores, incluyendo advertencias sanitarias más claras y completas.
La dosis de cada bolsita va a impactar de una manera distinta en el organismo. Pero si hay una zona más propicia a sufrir efectos secundarios es la boca y los dientes. Como explica la doctora Victoria Sampson en su cuenta de Instagram, existen importantes riesgos para la salud bucodental.
Según señala la experta, tanto el snus como las bolsas de nicotina pueden desencadenar los siguientes efectos nocivos:
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