Son muchos los hospitales sobrepasados en urgencias. Y eso que aún no ha llegado el pico de la gripe. Los sindicatos denuncian que hay una falta estructural de personal, que lleva a los sanitarios a situaciones muy límite en estas fechas.

El problema arranca en una Atención Primaria devaluada, con grandes demoras que conducen a los pacientes a las urgencias hospitalarias que, a su vez, se ven desbordadas. Y llueve sobre mojado.

Según datos del sindicato CSIF, desde septiembre se han destruido 34.000 puestos de trabajo en el sector sanitario. Según este mismo sindicato faltan 9.500 médicos y 130.000 enfermeras, además de 1.250 matronas y 1.100 pediatras.

Aunque la situación de falta de personal es estructural, en algunas comunidades autónomas, como en Madrid, la situación es alarmante.

Es la región que menos invierte en sanidad por habitante y, además, según el sindicato Amyts y “AP se Mueve” incumple los acuerdos que se alcanzaron con los sanitarios para limitar las agendas de los médicos de familia y pediatras, para poder dedicar un tiempo digno a los pacientes.

Desde el sindicato de enfermería Satse ven incomprensible que cada año el personal se vea obligado a trabajar en estas circunstancias con “pacientes hacinados” sin poder ofrecer “la atención adecuada”.

Desde Amyts recuerdan también que son muchas las urgencias extrahospitalarias en Madrid que no están bien dotadas, es decir, que no tienen médico o profesional de enfermería.

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