Las mantas pesadas, también conocidas como mantas con peso, han ganado popularidad en los últimos años como una herramienta con potencial para mejorar la calidad del sueño y reducir la ansiedad de quien las usa. Estos productos están diseñados para proporcionar una presión uniforme sobre el cuerpo, emulando la sensación de un abrazo firme, lo que puede inducir una sensación de calma y seguridad. Pero, ¿qué dice la ciencia sobre su eficacia y beneficios para la salud?
Las mantas pesadas suelen estar confeccionadas con materiales como perlas de vidrio, bolitas de plástico o cadenas, distribuidas uniformemente para añadir peso adicional. Se recomienda que el peso de la manta sea de un máximo de aproximadamente el 10% del peso corporal del usuario para garantizar comodidad y eficacia.
La presión ejercida por estas mantas se conoce como "terapia de presión profunda" (DTP, por sus siglas en inglés), una técnica que proporciona estimulación táctil firme al cuerpo. Esta presión puede activar el sistema nervioso parasimpático, responsable de las funciones de "descanso y digestión", por lo que facilitan la relajación y reducen la excitación fisiológica.
Son diversos los estudios que han explorado los efectos de las mantas pesadas en la calidad del sueño y la salud mental. Una investigación de la Universidad de Massachusetts evaluó la eficacia de estas mantas en 32 adultos, encontrando que el 33% de los participantes experimentó una reducción en la actividad electrodérmica, el 63% reportó una disminución del estrés y el 78% indicó una sensación de calma tras su uso.
Otro estudio realizado por la Universidad de Uppsala, en Suecia, descubrió que el uso de una manta pesada durante el sueño aumentaba los niveles de melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño, en un 32%. Este incremento podría explicar por qué algunas personas encuentran más fácil conciliar el sueño al utilizar este tipo de mantas.
Además, una revisión de 18 estudios realizada por investigadores de la Universidad Flinders de Australia concluyó que las mantas pesadas pueden mejorar la calidad del sueño y reducir el uso de medicación en adultos. Sin embargo, los resultados en niños y adolescentes fueron más variables, lo que podría indicar que la eficacia de estas mantas puede depender también de factores individuales.
La terapia de presión profunda ha demostrado tener beneficios en niños con trastornos del espectro autista (TEA). Un estudio publicado en el Journal of Medical and Biological Engineering llegó a la conclusión de que las intervenciones de presión profunda actuaban como un agente calmante, aumentando la actividad del sistema nervioso parasimpático en pacientes con altos niveles de ansiedad o excitación. Las mantas pesadas, al ser capaces de proporcionar este tipo de presión, pueden ayudar a reducir la ansiedad e inducir un mejor sueño en niños con TEA.
Aunque las mantas pesadas ofrecen una serie de beneficios potenciales, es importante tener en cuenta ciertos aspectos, como el hecho de que la manta debe tener aproximadamente un 10% del peso corporal del usuario para asegurar comodidad y eficacia. Una manta demasiado pesada puede causar incomodidad o dificultar el movimiento.
Este aspecto de adaptación a cada usuario del peso de la manta también tiene su reflejo en el efecto de la misma, ya que puede variar entre individuos. Algunas personas pueden experimentar una sensación de claustrofobia o incomodidad. Por ello, es recomendable probar la manta durante periodos cortos y aumentar gradualmente su uso para evaluar la tolerancia personal.
Además, no se recomienda el uso de mantas pesadas en bebés, niños pequeños o personas con problemas respiratorios, ya que podrían dificultar la respiración o el movimiento. Es esencial consultar con un profesional de la salud antes de su uso en estas poblaciones.
Las mantas pesadas representan una intervención no farmacológica prometedora para mejorar la calidad del sueño y reducir la ansiedad en adultos. La evidencia científica respalda su eficacia a la hora de inducir la relajación y el bienestar general. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta las necesidades y condiciones individuales de cada uno antes de su uso, y siempre consultar con un profesional de la salud en caso de que existan dudas o condiciones médicas preexistentes.