Un grupo de investigadores relaciona un tipo específico de grasa corporal con proteínas anormales en el cerebro propias de la enfermedad de Alzhéimer. Su localización podría predecir la patología hasta 20 años antes de que surjan los primeros síntomas de demencia. El estudio se ha presentado hoy en un congreso anual la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA).
La investigación se ha centrado en personas de entre 40 y 50 años, en quienes la enfermedad está todavía en sus primeras etapas. La ha liderado la autora Mahsa Dolatshahi, del Instituto de Radiología Mallinckrodt (MIR) en la Universidad de Washington, quien apunta que "los cambios en el estilo de vida y perder peso para reducir la grasa en estas primeras etapas pueden ser efectivos para prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad".
Para obtener estos resultados los investigadores analizaron la relación existente entre factores de riesgo modificables con la distribución de la grasa corporal. Para ello, realizaron diferentes pruebas como un PET cerebral para medir la acumulación proteínas relacionadas a la enfermedad, como amiloide y tau; resonancias magnéticas para medir la grasa corporal y análisis metabólicos para conocer los niveles de glucosa e insulina.
En total participaron 80 personas cognitivamente normales, de las cuales el 57,5% tenían obesidad de primer grado, con un índice de masa corporal (IMC) promedio de 32,31.
Los resultados revelaron que las personas que tenían los niveles más altos de grasa visceral estaban relacionados con un aumento de amiloide cerebral. Si comparaban aquellos que tenían el mismo IMC, tenían más acumulación de proteínas aquellos que tenían una mayor proporción de grasa visceral en comparación con la grasa subcutánea.
Además, se dieron cuenta de que las mediciones con más grasa visceral se relacionaban con una mayor carga de inflamación en el cerebro.
Los autores concluyen que "estos descubrimientos podrían tener un impacto considerable en la salud pública, ya que la población mundial tiene cada vez más sobrepeso u obesidad. Cambios en el estilo de vida o fármacos para bajar de peso puede mejorar el flujo sanguíneo cerebral y reducir el riesgo de enfermedad de alzhéimer".
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.