Un 54% de los españoles duermen menos de las siete horas recomendadas por los expertos, lo que se traduce en que una de cada dos personas hayan reconocido tener algún problema de somnolencia en actividades como el trabajo o en el cine, según datos de un estudio presentados por la farmacéutica y asesora científica de Bayer Inmaculada Ferreres, respecto a la calidad del sueño y las rutinas que tienen los ciudadanos antes de irse a dormir.
"En los días laborables, un 54% de la población duerme menos de siete horas, que serían las horas recomendables para una persona adulta. Sin embargo, si nos fijamos aquí arriba, los fines de semana justo se invierte. Hasta el 66% de la población duerme más de siete horas", ha indicado Ferreres en rueda de prensa.
En ese sentido, ha explicado el desfase que existe entre los días laborables y los festivos en cuanto a las horas de sueño y la hora de acostarse, un fenómeno que es más pronunciado entre los jóvenes. También ha señalado que las personas que viven en ciudades con más de 250.000 habitantes tienden a irse a dormir más tarde.
Casi un 76% de los españoles sigue una "rutina del sueño", y ver la televisión u otro tipo de pantallas para ver series antes de irse a dormir forma parte de la rutina de ocho de cada diez personas.
Además, casi un 50% de las personas suelen usar una tablet, aunque también existen otras actividades como leer un libro o escuchar música relajante, una serie de prácticas que se hacen más habituales en los más mayores.
A pesar de que los españoles han valorado con una puntuación de ocho sobre diez la importancia del sueño, en torno al 44% de la población cree que la calidad de su sueño es "mala o regular", y es que casi la mitad de las personas encuestadas duermen mal al menos tres días a la semana.
Según el estudio, hasta un 48% de las mujeres tienen una mala calidad de sueño frente al 40% de los hombres, siendo las personas de entre 44 y 54 años las que más problemas presentan para dormir.
Entre los que peor calidad de sueño presentan destacan los milenials, los desempleados, los que viven con sus padres y la gente más joven, aunque la falta de producción de melatonina que experimentan las personas a medida que avanza su edad también afecta a la misma.
"Las alteraciones relacionadas con la melatonina veremos que realmente son mayores a medida que pasan los años (...) un 40,7% de la población tiene diagnosticado problemas de insomnio, como pueden ser, por ejemplo, incluso alteraciones del sueño como la apnea, las piernas inquietas...", ha añadido la asesora científica de Bayer.
Los principales problemas a la hora de conciliar el sueño tiene que ver primero con los ruidos, según los encuestados, seguidos de las diferencias de temperatura a lo largo de la noche, si bien existen otros factores como el uso de las pantallas, algo reconocido por el 43%, especialmente entre los más jóvenes.
Todo ello suele provocar un "bajo rendimiento", "mal humor", "enfados", "tristeza, "cansancio" o "irritabilidad", que además se une al "estrés y ansiedad" de intentar conciliar el sueño al día siguiente e incluso causan cambios en los hábitos alimenticios de un 23% de las personas, lo que crea "un círculo vicioso".
La experta también ha detallado que las personas que duermen poco tienen una mayor probabilidad de desarrollar una diabetes debido a la alteración del metabolismo, por lo que también tiene una relación directa con la obesidad.
A pesar de reconocer la importancia del sueño y de los problemas que acarrean la falta del mismo, tan solo un 54% de las personas que experimentan problemas toman medidas para abordar la situación, tales como la reducción del uso de las pantallas, hacer ejercicio de forma regular o tomar algún tipo de medicación o complemento alimenticio, entre las que se encuentran la melatonina, un suplemento que ayuda a conciliar el sueño y del que Bayer ha presentado dos nuevos productos: 'Supradyn Sueño Forte+' y 'Supradyn Sueño Gummies'.
Por su parte, el doctor y experto en sueño Mario Alonso Puig ha afirmado que "el sueño ha sido el gran olvidado" a pesar de ser uno de los "problemas más graves a los que está siendo frente esta sociedad".
En base a ello, ha explicado que la producción de melatonina juega un papel crucial para lograr un sueño reparador, que a su vez permite bajar el metabolismo, proteger el cerebro, el cuerpo y la salud general de la persona.
"La falta de sueño reduce el riego de la región prefrontal del cerebro (...) fundamental en todo lo que tiene que ver con la toma de decisiones, la concentración, pensar con claridad, negociar, trabajar en equipo. Hay un deterioro en la función prefrontal, por lo tanto la productividad baja. La falta de sueño es equivalente a haber bebido bastante", ha afirmado el doctor.
De igual forma, ha aseverado que un mal sueño puede dar lugar a un "envejecimiento mucho más rápido" debido al desgaste de las células, y que un buen sueño tiene un "impacto favorable" en la salud del corazón.
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