Fumar dentro del coche y el camino hacia su prohibición: el humo residual, un riesgo especialmente para niños y personas vulnerables
“Sustancias que están en este humo se depositan en la superficie de todo el coche”, advierten los expertos
La reforma de la ley antitabaco incluye subir el precio de la cajetilla y prohibir la venta del tabaco calentado de sabores, pero se quiere ir más allá
Bruselas propone que se prohíba fumar en las terrazas, incluso cigarrillos electrónicos
El Gobierno tiene entre sus objetivos poner coto al tabaquismo. La reforma de la ley antitabaco incluye el precio de la cajetilla y prohibir la venta del tabaco calentado de sabores en los estancos, pero se quiere ir más allá. Por ejemplo, prohibiendo fumar en los coches, –como informan en el vídeo Sandra Mir y Marina Pérez–, y como han estado reclamando distintos colectivos como el Consejo General de Enfermería (CGE).
Según los científicos, la nicotina se queda impregnada en la tapicería y afecta sobre todo a los más pequeños. Advierten del humo residual, su impacto y su permanencia.
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“Sustancias que están en este humo se depositan en la superficie de todo el coche”, explica ante nuestras cámaras María José López, de la Agencia de Salud Pública de Barcelona.
Desde este organismo han llevado a cabo el único estudio que mide los restos de nicotina dentro de los coches y lo han hecho con unos filtros impregnados en bisulfato sódico.
“Esto siempre lo tiene que manipular una persona que no es fumadora”, explican, detallando que en las manos, la ropa, pelo… se quedan restos no solo de nicotina, sino también amoniaco o de arsénico.
Esos filtros, explica Xavier Continente, también de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, los dejan “instalado 24 horas” en el interior del vehículo y, con ello, realizan las mediciones y su análisis.
Fumar dentro del coche expone a los contaminantes a quienes entran al vehículo
El resultado muestra las concentraciones de nicotina y constata que las personas que entran en coches de fumadores “queda expuesta a los contaminantes”; contaminantes que son muy nocivos sobre todo para los más vulnerables.
“Hasta el 30% de las muertes por fumadores pasivos se produce en los niños”, indica José Luis Cobos, vicepresidente del Consejo General de Enfermería.
Los niños respiran más rápido y no tienen sus pulmones completamente desarrollados. “Cualquier problema respiratorio, incluso ruidos, a la larga, se producen cronicidades de enfermedades respiratorias”, señala Lusi Cobos.
La solución pasa por no fumar, pero los fumadores han de tener en cuenta que dentro del vehículo los restos del cigarro que se encendió hace días permanecen invisibles en cada rincón del mismo, dañando su propia salud y la de los que viajan con ellos.
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