Como sabemos, el periodo de resfriados y gripe llega con el cambio de temperaturas. La presencia del frío y el cambio de estación incrementan la casuística de presentación de enfermedades respiratorias.

Los virus que se desarrollan y cambian constantemente suponen un duro golpe para nuestro sistema inmunitario. Sin embargo, "a pesar de esta situación, los expertos esperan una incidencia de casos similar al de la temporada pasada", explica Patricia Guillem Saiz, catedrática de Epidemiología, Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Europea de Valencia. Aunque reconoce que "estimar una predicción exacta del futuro puede ser difícil, nos basamos en comparativas con años anteriores".

La epidemióloga explica que referente a la recurrencia de casos es importante destacar dos factores que marcarán el desarrollo de los nuevos contagios son: la temperatura (el clima) y el nivel de vacunación que alcance la población". 

La población de riesgo o más vulnerable serán las personas de a partir de 60 años, niños pequeños, bebés, mujeres embarazadas, personal sanitario y cualquier persona de cualquier edad, pero que presente alguna/s patologías previas. "Todos los descritos serán grupos sobre los que se pondrá el foco durante la campaña de vacunación que está prevista que sea de octubre a enero (ambos meses incluidos)", comenta.

"Los niños se suelen afectar de numerosas infecciones por sus características de juego, exposición continua y de relación con otros. Además, actúan como importantes transmisores en el contagio de enfermedades y en ocasiones su tratamiento puede estar limitado por su corta edad y tipologías de fármacos disponibles, por lo que una complicación severa de una enfermedad podría tener malas consecuencias para su salud", expone la experta.

Una teoría que se arrastra desde hace unos años es que nuestro sistema inmunitario está menos preparado desde la pandemia. Sobre esto, Guillem Saiz, explica que "es cierto que durante un determinado tiempo, debido al aislamiento social y a las barreras de protección individual, hubo menos exposición y eso dejó a nuestro sistema inmune “poco preparado” para lo que podía venir."

A lo que añade: "En este momento, después de un tiempo de nuevo “normalizados” nuestro sistema inmunitario se ha activado tanto de forma natural como artificial (gracias a las vacunas). En principio, no debemos de pensar que estamos menos preparados, al contrario, deberíamos de conocer todo lo necesario que hace que nuestras defensas se eleven al máximo, debemos invertir en nuestro estilo de vida". 

"Ante posible sintomatología sospechosa podemos tratar de buscar un autodiagnóstico mediante los test rápidos disponibles en la farmacia", indica. Además, la epidemióloga también aboga por:

"La principal herramienta de prevención, es la vacunación". Desde los principales sectores poblacionales que se pueden afectar, este mes de octubre se da por iniciada la campaña de vacunación, a diferentes escalas y de una forma programada. "Es importante que la población sepa donde puede acudir. Por ejemplo la vacunación infantil se realizará en los centros escolares y para otros grupos de edad o riesgo desde ambulatorios y/u hospitales". 

"Mi consejo es que nos vacunemos lo más tempranamente posible porque la vacuna necesita un tiempo para hacer 'efecto'". Además, aboga por no confiarnos con las temperaturas actuales: "Nos encontramos todavía en muchas regiones de España con un tiempo muy agradable que ni siquiera nos hace pensar en sacar las chaquetas, pero esta situación no sabemos cuanto se podrá alargar y es inevitable que ante los cambios bruscos y bajada de las temperaturas la circulación de patógenos respiratorios sea mayor", concluye. 

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