La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este miércoles el actual brote de mpox (conocido antes como viruela del mono) en la República Democrática del Congo (CDC) como una emergencia de salud pública de alcance internacional.
El brote en África lo ha desencadenado una de las dos variantes que circulan de este virus -la más letal- y de la que, por el momento, no se han registrado casos en nuestro país ni en el resto de Europa.
España es el país europeo con más casos confirmados por mpox, un total de 8.104, de los que 264 se han notificado este año, un tercio de todos los nuevos positivos en el continente en 2024.
La viruela del mono es una enfermedad infecciosa causada por un virus del género de los Orthopoxvirus que puede provocar una erupción dolorosa, inflamación de los ganglios y fiebre, según recuerda la OMS, que en noviembre de 2022 pidió eliminar el término 'monkey' y viruela del mono para evitar el lenguaje estigmatizante.
El mpox se describió por primera vez en humanos en 1970 en la República Democrática de Congo. Desde entonces, la mayoría de los casos notificados proceden de la cuenca del Congo y el África occidental.
La transmisión de persona a persona ocurre principalmente por el contacto estrecho de piel con piel o piel con mucosas (como la saliva), sobre todo en las relaciones sexuales, señala la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
Una vez que el virus entra en el organismo, la viruela del mono puede contagiarse a otros miembros de la familia y a las parejas sexuales, por lo que las personas con múltiples parejas sexuales corren mayor riesgo.
El virus se puede contraer también a partir de objetos contaminados como ropa de vestir o de cama y a través de heridas punzantes en la asistencia sanitaria. También es posible su transmisión en entornos comunitarios como los salones de tatuajes, avisa la OMS.
Los síntomas más frecuentes son: erupción cutánea, fiebre, dolor de garganta y/cabeza, dolor muscular, dolor de espalda, falta de energía y ganglios linfáticos inflamados.
La erupción cutánea, que es en algunos casos el primer síntoma, comienza como una mancha que pasa a vesícula llena de líquido y puede picar y doler. Cuando esta erupción se cura, las lesiones sobre la piel se cubren de costras que acaban por caer.
Las lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, como palma de las manos, plantas de los pies; cara, boca y garganta; ingles y genitales y ano.
Los síntomas suelen comenzar una semana después de la exposición, pero pueden hacerlo pasados de 1 a 21 días, y suelen durar de dos a cuatro semanas.
Por este motivo y aunque el aislamiento domiciliario no es necesario (solo lo es cuando hay un elevado número de lesiones) los casos deberán, según recuerda el Ministerio de Sanidad, minimizar las interacciones con otras personas y evitar el contacto físico y las relaciones sexuales hasta que las lesiones hayan cicatrizado por completo, se hayan caído las costras y se haya formado una nueva capa de piel.
La OMS recomienda de manera especial el uso de preservativo en las relaciones sexuales durante las primeras 12 semanas tras finalizar el aislamiento.
También es aconsejable utilizar mascarilla, especialmente en los pacientes que presenten síntomas respiratorios. Junto a todo ello, la persona enferma debe tener utensilios para el hogar designados únicamente para él.
Sí, se dispone de una vacuna frente a la viruela autorizada tanto para prevenir la viruela como la viruela del mono dado que los virus que las causan son genéticamente similares.
Por vía subcutánea. Después de dos dosis casi todas las personas generan anticuerpos y tienen, explica Sanidad, un buen nivel de protección frente a la viruela del mono y protege frente a síntomas de la enfermedad.
No está recomendada a la población general.
Los grupos diana a los que va dirigida la vacuna son personas que mantienen relaciones sexuales sin protección, principalmente, aunque no exclusivamente, hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBHSH) o con múltiples parejas sexuales, que practican sexo en grupo o que han pasado una ITS recientemente.
En España, el 80% de los casos registrados de mpox fueron contraídos a través de relaciones sexuales.
Un total de 40.610 personas están vacunadas frente al mpox en nuestro país, según el registro nacional de vacunación Regvacu, pero sólo la mitad (20.900) han completado la pauta.
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