España alerta sobre el crecimiento de los casos de virus oropouche en viajeros procedentes de Cuba y espera que el brote siga creciendo a pesar de que el riesgo por contagio sea bajo, ya que depende de la picadura de un mosquito que no se encuentra en nuestro país.
El oropouche es una enfermedad zoonótica causada por el virus del mismo nombre (OROV) que se contagia por la picadura de mosquitos, principalmente el 'Culicoide paraensis' o 'Jején hematófago', ampliamente distribuido en América, pero ausente en Europa.
Las aves y mamíferos silvestres como primates y perezosos son sus hospedadores naturales; en los seres humanos, puede manifestarse como una enfermedad febril aguda (con cefalea, náuseas, vómitos, dolores musculares y articulares) de 4 a 8 días de duración, aunque ocasionalmente puede provocar síntomas más graves como hemorragias y meningitis.
El pasado 1 de agosto, la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) emitió una alerta epidemiológica en la región de las Américas e instó a los estados miembro a reforzar la vigilancia e implementar el diagnóstico de laboratorio para la identificación y caracterización de los casos.
La infección por oropouche no es de declaración obligatoria en España, pero ante el aumento de casos en América, el CCAES ha hecho un llamamiento a las comunidades para que comuniquen los positivos detectados en viajeros a petición del Centro de Prevención y Control de Enfermedades Europeo.
Actualmente, no hay ni vacunas ni medicamentos antivirales específicos para prevenir o tratar el OROV, así que la única forma de intentar evitarlo es protegiéndose, principalmente las mujeres embarazadas o que estén pensando concebir, ya que se está investigando la posibilidad de transmisión vertical de madre a hijo y las posibles consecuencias para el feto durante la gestación, así como personas con enfermedades del sistema inmune o crónicas.
Las mejores medidas de protección ante el virus son: los repelentes autorizados por Sanidad con alguno de estos principios activos: DEET (Dietiltoluamida), picaridin, Citriodiol o IR3535. El uso de DEET está desaconsejado en niños menores de dos años; las personas más expuestas al riesgo de picaduras, cubrirse las partes expuestas del cuerpo; emplear mosquiteras para proteger a los niños; usar rropa que preferiblemente cubra todo el cuerpo.
Además, también se recomienda dormir cubierto por una mosquitera si se está en el exterior o si las puertas y ventanas no tienen malla de tela metálica, también a las personas que duermen de día (por ejemplo, mujeres embarazadas, bebés, personas enfermas o postradas en cama, ancianos, etc.).
La mosquitera deberá estar recomendada por la Organización Mundial de Salud identificado como WHO Pesticides Evaluation Scheme –WHOPES-, que reúnen las siguientes características: compacto, blanco, con 156 agujeros por pulgada y lo suficientemente largo para poderse ajustar debajo del colchón.
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