El snus es un producto de tabaco sin combustión, originario de Suecia y Noruega, que se consume en forma de bolsita de nicotina colocándolo entre la encía y el labio superior.
Debido a su alto contenido de nicotina, es altamente adictivo y genera gran dependencia especialmente entre los consumidores jóvenes, población entre la que se ha puesto de moda.
La psicóloga Conchita Sisí, directora de la clínica Salud en Mente, analiza el motivo de la adicción a esta sustancia y ofrece herramientas para que los jóvenes puedan enfrentarse a esta dependencia con madurez y serenidad.
La psicóloga Conchita Sisí ha residido durante un tiempo en Noruega, país donde el hábito de fumar ha sido prácticamente erradicado. En su lugar, el consumo de snus goza de una amplia aceptación social. Esta práctica ha sustituido al tabaco tradicional, reflejando una significativa transformación en los hábitos de consumo de nicotina en la sociedad noruega.
La introducción del snus en España puede tener significativas repercusiones para la juventud. Al tratarse de un producto sin humo que se coloca discretamente debajo del labio, su consumo resulta más sencillo en comparación con los cigarrillos tradicionales, pudiendo incluso ser utilizado en espacios cerrados, lo que incrementa su atractivo entre adolescentes y jóvenes adultos.
Además, su sabor, que suele ser neutro o en ocasiones mentolado, facilita su aceptación social y puede acelerar la dependencia a la nicotina.
La población joven es más susceptible a desarrollar una adicción rápida debido a la alta concentración de nicotina y la forma discreta de consumo, lo que podría derivar en un incremento de problemas relacionados con la nicotina, incluidos trastornos de ansiedad y problemas cardiovasculares.
El proceso de dependencia puede ser más acelerado que en el caso del tabaco tradicional por diversos factores.
En primer lugar, la alta concentración de nicotina permite una absorción más rápida a través de las mucosas bucales, lo que conlleva una respuesta inmediata del sistema de recompensa en el cerebro.
De hecho, el primer consumo puede tener un efecto mucho más potente que el tabaco tradicional, y muchas personas experimentan síntomas inmediatos como mareos, náuseas y visión borrosa. La nicotina actúa sobre los receptores de acetilcolina, liberando dopamina y creando una sensación de placer y bienestar, reforzando el comportamiento de consumo.
Esto, sumado a los factores mencionados, promueve una rápida formación de la dependencia, ya que el cerebro se adapta a la presencia constante de nicotina y comienza a requerir dosis regulares para evitar los síntomas de abstinencia, como irritabilidad, ansiedad y dificultad para concentrarse.
El consumo de snus entre algunos jóvenes está motivado por la búsqueda de aprobación social y la necesidad de pertenencia a un grupo. Esta conducta se ve reforzada por la percepción de que el uso de snus facilita esa aceptación en ciertos círculos sociales, donde la presión del entorno juega un papel significativo.
"El deseo de ser parte de un colectivo y de adaptarse a las normas y comportamientos del grupo contribuye a la adopción de este hábito” afirma Sisí. “Esto subrayando la influencia del contexto social en el comportamiento de los jóvenes”.
Con la llegada del verano, algunos turistas nórdicos están introduciendo el snus en España. Esta práctica refleja una tendencia observada entre visitantes que procuran mantener sus costumbres y hábitos de consumo arraigados.
Este fenómeno muestra cómo las preferencias y tradiciones culturales pueden trascender las fronteras geográficas e influir en el comportamiento de consumo internacional.
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