Blanquear los dientes en casa no es buena idea: no te dejes llevar por las redes sociales

El uso masivo de redes sociales como TikTok o Instagram está creando conductas en la población que impactan en multitud de sectores, entre ellos el dental. La búsqueda de la sonrisa perfecta es una de las consecuencias de este fenómeno que ya se deja notar en las clínicas dentales.

“La influencia de las redes sociales, el querer parecerse a influencers y el querer tener la mejor imagen en sus publicaciones, está provocando un auge en la demanda de tratamientos de estética dental como los diseños de sonrisa, los blanqueamientos y los brillantes dentales”, asegura Sílvia Medina, especialista en estética y rehabilitación oral de Institutos Odontológicos (IO).

Pero al hablar de tratamientos odontológicos, la parte estética no puede disociarse de la médica, ya que todos ellos requieren de un buen diagnóstico inicial de cada boca y del seguimiento de un profesional cualificado con conocimientos sobre aspectos como las enfermedades periodontales.

Un ejemplo serían las carillas dentales, que no consisten solamente en colocar unas finas láminas en la cara frontal del diente. “Es necesario realizar un buen diagnóstico inicial y que el paciente esté dispuesto a someterse a eventuales tratamientos previos, como podría ser una limpieza, para poder aplicar las carillas con seguridad y minimizando posibles complicaciones futuras. Posteriormente, hay que acudir a revisiones periódicas”, precisa la doctora.

En este sentido, las clínicas están empezando a recibir pacientes con problemas graves en su boca por haberse aplicado tratamientos en casa sin la supervisión de un profesional. Esta es una tendencia promovida por algunas marcas que aprovechan para lanzar campañas de publicidad, con la complicidad en muchos casos de influencers, en las que venden tratamientos a un precio más reducido que en una clínica dental.

Algunas de ellas, que operan sin autorización sanitaria, han sido denunciadas por el Consejo General de Dentistas de España por dispensar directamente al público productos, como alineadores dentales, cuya prescripción está reservada exclusivamente a un dentista.

“Mi recomendación para aquellas personas que quieren someterse a un tratamiento de estética dental por primera vez es que busquen a profesionales cualificados, se dejen aconsejar por ellos y sigan todo el tratamiento según lo pautado”, valora Medina.

El color de nuestra dentadura es una de las cuestiones que genera más insatisfacción cuando hablamos de estética. La búsqueda de dientes completamente blancos, conocida informalmente como blancorexia cuando deviene obsesión, es, en esencia, antinatural, ya que los tonos amarillo, marrón o gris son lo habitual en bocas sanas.

Son varios los factores que influyen en la coloración dental, algunos de ellos inevitables, como la edad. “A partir de los treinta años, el color de los dientes tiende a ser menos luminoso, con menor tinte y mostrar colores rojizos y amarillentos”, asegura un estudio clínico de la Universidad Complutense de Madrid, que también constata diferencias entre sexos, afirmando que “los dientes de las mujeres son menos amarillos, más claros y menos saturados”. Además, hay determinadas anomalías dentales que son hereditarias y que pueden afectar a la superficie dental.

Entre los factores evitables, existen los extrínsecos, que pueden afectar al esmalte y generar manchas (capa externa), como tomar café, algunos refrescos o fumar, y los intrínsecos, que inciden en la dentina (estructura interna), como la excesiva exposición al flúor durante la infancia o haber sufrido algún traumatismo.

La obsesión por el blanco ha favorecido la proliferación en redes sociales de productos milagro con los que blanquear los dientes en casa, sin necesidad de acudir a una clínica dental y sin supervisión médica, un peligro que puede acarrear consecuencias como abrasión del esmalte, quemaduras en las encías y aparición de hipersensibilidad dental.

La estética dental está incluida dentro del área de rehabilitación dental global y consta de distintos tratamientos orientados a devolver al paciente su función masticatoria, su armonía dental y su autoestima. Aunque en muchos tratamientos odontológicos salud y estética van de la mano, la mayoría de los españoles (55%) suelen priorizar lo primero cuando acuden a un dentista, según datos del Barómetro de la Salud Bucodental en España 2024 de Institutos Odontológicos.

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