La dura y consoladora experiencia de Arantxa y Paco, los padres de una niña de ocho años cuyos órganos donaron a otros pacientes
Arantxa y Paco son los padres de una niña de ocho años cuyos órganos donaron a otros pacientes cuando la pequeña murió
Un solo donante puede ayudar a ocho personas con sus órganos y a un centenar con sus tejidos
La importancia del donante no familiar en el trasplante de médula: "Un esfuerzo mínimo que salva vidas"
Miles de donantes han hecho que, desde hace más de 30 años, España sea líder en trasplante de órganos. En algunos casos, esos donantes son menores.
En 'Informativos Telecinco' hemos podido hablar con algunos de los padres y madres, que decidieron dar ese paso en el peor momento de sus vidas.
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Un solo donante puede ayudar a ocho personas con sus órganos
"En uno de los episodios que se puso más malita, lo hablamos Paco y yo dijimos que cuando llegase el momento queríamos hacerla donación de órganos", explica Arantxa, madre de una niña de ocho años que falleció con síndrome de Rett, una enfermedad rara.
El momento de la donación llegó para Arantxa y Paco en diciembre. "Queríamos que, tanto los órganos fuesen para niños, como la parte del cerebro que pudiese ayudar a desarrollar estudios para la enfermedad", confiesa Paco, padre de pequeña que murió y cuyos órganos decidieron donar para trasplantes.
Estos padres lo tenían claro, pero aún así se hace la petición a las familias. En ella siempre está presente la coordinación de trasplantes del hospital.
José Moya, coordinador de trasplante del Hospital Virgen de la Arrixaca, explica que ese momento está formado por una entrevista "muy cargada emocionalmente": "Desde el respeto a esa familia a hablar con empatía, siendo veraces y dando la información de manera progresiva".
Por su parte, Nieves García Vázquez, coordinadora de trasplantes del Hospital de la Princesa de Madrid, reconoce que, en muchas ocasiones, no puedes evitar implicarte con las familias que han perdido a este ser querido. "Nosotros estamos con la familia a veces dos, tres y hasta cuatro días acompañándoles en todo este proceso", revela la coordinadora.
Mientras hay un receptor, se vive, como Arantxa y Paco con su hija, un duro trance. "Estas con ella enchufada a una máquina que le está manteniendo con vida sabiendo que no está viva", reconoce Paco.
Como explica José Moya, coordinador de trasplante del Hospital Virgen de la Arrixaca, en muchas ocasiones esta decisión sirve a las familias de las personas fallecidas como último consuelo.
En España, nueve de cada diez familias dicen sí. Un solo donante puede ayudar a ocho personas con sus órganos y a un centenar con sus tejidos.
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