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Los profesionales en medicina estética han denunciado el creciente número de personas que se hacen pasar a diario por supuestos especialistas que aplican productos concretos sin ningún tipo de autorización.
En los últimos años, este tipo de tratamientos se ha empezado a aplicar en peluquerías o establecimientos dedicados a otro tipo de cuidados como los de podología. La realidad es que, este tipo de productos solo pueden ser manejados y aplicados por aquellos expertos que tengan la autorización ‘U.48’ de medicina cosmética.
Lola Salvador, doctora de medicina estética clínica Fontana, explicaba que este tipo de toxina solo puede ser aplicada por médicos, personas que estén certificados como tal, no solo personal sanitario.
La toxina botulínica, más conocida como bótox, es la toxina más potente que existe hoy en día, lo que produce numerosos riesgos en contacto con el torrente sanguíneo más allá de la zona de tratamiento. Esto puede provocar desde una parálisis facial hasta una parálisis respiratoria, llegando incluso a casos de ceguera o necrosis.
Una mujer ha sido trasladada a la UCI tras ponerse bótox en un piso clandestino en Zaragoza. Actualmente, los médicos han conseguido estabilizarla y ya se encuentra fuera de peligro. Dahiana Svelti, una doctora de medicina estética dice que "es importante recurrir a médicos que tengan el título de medicina y la especialización en este campo".
Uno de los peligros es que, el bótox está siendo vendido ilegalmente por fabricantes que realizan este tipo de sustancia de imitación y la venden a personas que carecen de permisos para realizar este tipo de tratamientos. Todo esto resulta preocupante si se tiene en cuenta que en España, un 40% de la población ha recurrido a estos tratamientos, de los que un 72% son mujeres, informa Diego Rodríguez.
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