Una picadura de garrapata puede provocar problemas físicos y neurológicos hasta diez años después

La enfermedad de Lyme es una zoonosis extendida por todo el mundo y producida por una bacteria transmitida por la picadura de garrapatas infectadas. En la actualidad se considera una enfermedad emergente en Europa, que puede causar problemas físicos y neurológicos incluso diez años después de la picadura.

María Justicia recuerda el momento en el que le picó una garrapata. "Estaba con mis amigas tumbada en el césped de una piscina. Una amiga me preguntó que que tenía en el hombro. Era una garrapata".

A los diez años se le desarrolló la enfermedad de Lyme con "dolores tremendos" que ni siquiera la morfina del hospital podía calmar. María cuenta que pasaba incluso 20 horas al día en la cama, tomando una gran cantidad de medicación.

Primavera y verano, la etapa de mayor riesgo 

Pasó de una vida normal a incluso solicitar acabar con ella. "Cuando salió la ley de eutanasia yo ya llevaba cinco años muy mal porque era sufrir 24/7 y me lo planteé", reconoce. 

Se estima que, en un porcentaje elevado de personas, la infección se desarrolla de forma asintomática y autolimitada, por lo que no requieren tratamiento al no presentar síntomas clínicos. Estos se caracterizan por un cuadro clínico multisistémico progresivo que incluye manifestaciones precoces dermatológicas y tardías de tipo reumático, neurológico y cardíaco.

En España, el mayor riesgo de adquirir la enfermedad se produce en primavera y en verano, coincidiendo con las fases más activas del insecto vector al aumentar las temperaturas, si bien pueden encontrarse activas a lo largo de todo el año.

Medidas preventivas para evitar la picadura

La picadura es indolora y puede pasar inadvertida. La infección es más probable cuanto mayor tiempo permanece la garrapata adherida a la piel, por lo que si se retira pronto se reduce notablemente el riesgo de contagio.

La mejor forma de prevenir la enfermedad es evitar la picadura de las garrapatas siguiendo algunas recomendaciones en las salidas al campo. Entre ellas se encuentran utilizar manga larga y pantalón largo, evitar las sandalias o calzado abierto y usar siempre botas cerradas con calcetines, procurando que cubran la parte inferior de los pantalones.

Es preferible usar ropa de color claro, ya que de esta forma será más fácil comprobar si hay alguna garrapata sobre ella. En el campo, caminar si es posible por la zona central de los caminos y evitar el contacto con la vegetación circundante y evitar sentarse en el suelo, o quedarse parado mucho tiempo en las zonas con vegetación, además de utilizar repelentes autorizados tanto para las personas como para las mascotas.

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