El dolor en el ombligo tiene un porqué: las enfermedades que pueden estar detrás
Los motivos pueden varias desde problemas digestivos comunes hasta condiciones médicas más serias
Los síntomas más comunes suelen ser cólicos recurrentes, sensación constante de pesadez, vómitos, diarreas, estreñimiento y náuseas.
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El dolor de ombligo es un síntoma que muchas veces podemos pasar por alto, sin embargo, una variedad de causas se esconden detrás. Puede indicar diversas afecciones, desde problemas digestivos comunes hasta condiciones médicas más serias.
Los síntomas más comunes suelen ser cólicos recurrentes o una sensación constante de pesadez. A menudo también suelen generarse vómitos, diarreas, estreñimiento y náuseas. Además, es común experimentar sudoración, palidez y palpitaciones, especialmente en caso de infecciones.
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El malestar agudo se caracteriza por tener un periodo de evolución inferior a 48 o 72 horas, mientras que el dolor crónico es el que persiste durante más de tres meses. Las causas más comunes detrás del dolor de ombligo son:
Hernia umbilical
La hernia umbilical es uno de los motivos más comunes por los que aparece la molestia. Surge cuando una parte del intestino u otro órgano abdominal atraviesa la pared abdominal, quedando atrapado entre los músculos y la piel de la zona.
El dolor se intensifica cuando se tose o se carga peso, aunque puede ser persistente e o intensificarse si se produce un estrangulamiento de los tejidos en la hernia, provocando una intensa inflamación en la zona. El tratamiento puede ir desde la mera observación, ya que en algunos casos puede retraerse sola, a cirugía para su corrección.
Estreñimiento
El estreñimiento, provocado por la acumulación de gases o heces que distienden el intestino, es una causa frecuente de dolor bajo el ombligo debido a la estimulación de los nervios en esa área. Para prevenirlo, es crucial mantener una dieta rica en fibra mediante la ingesta de vegetales y granos, así como asegurar una adecuada hidratación con al menos dos litros de agua diarios para mantener las heces hidratadas. En casos persistentes, los laxantes pueden ser recomendados por un médico general para aliviar el estreñimiento.
Gastroenteritis
La diarrea, comúnmente originada por gastroenteritis puede provocar dolor alrededor del ombligo debido a la inflamación abdominal. Acompañada de náuseas, vómitos y fiebre, suele durar entre 3 y 7 días. Es recomendable optar por una dieta ligera, baja en grasa, y mantenerse bien hidratado.
Los analgésicos pueden aliviar el dolor. Si los síntomas persisten más de una semana, se intensifican o hay signos alarmantes como sangre en las heces o fiebre alta, se debe buscar atención médica de emergencia.
Intoxicación alimentaria
La intoxicación alimentaria causa dolor cólico alrededor del ombligo por consumir alimentos contaminados. Los síntomas incluyen náuseas, vómitos, diarrea e hinchazón abdominal, apareciendo de horas a días después.
El tratamiento se centra en aliviar los síntomas y reemplazar líquidos para prevenir la deshidratación, con uso de antidiarreicos y antibióticos bajo supervisión médica.
Embarazo
Durante el embarazo el dolor en el ombligo puede ocurrir debido a la distensión del ligamento fibroso abdominal y la presión del útero sobre los órganos, causando molestias y eventualmente una hernia umbilical.
Si es leve, se puede manejar con observación, pero el obstetra puede recomendar analgésicos si es intenso. Se debe estar alerta a signos de infección como enrojecimiento o secreción abdominal.
Síndrome del intestino irritable
El síndrome del intestino irritable afecta al intestino grueso con dolor abdominal que mejora después de defecar. También causa diarrea, estreñimiento, hinchazón abdominal y cambios en las heces.
Requiere tratamiento por un gastroenterólogo con ajustes en la dieta, estilo de vida y manejo del estrés, además de medicamentos como antiespasmódicos, laxantes, probióticos y suplementos de fibra.
Apendicitis
La apendicitis la inflamación del apéndice cecal, una bolsa en el lado inferior derecho del abdomen. El dolor comienza cerca del ombligo y se desplaza al cuadrante inferior derecho, intensificándose con el movimiento. Suele acompañarse de náuseas, vómitos, fiebre y pérdida de apetito, con sensibilidad y rigidez abdominal.
Ante estos síntomas, es crucial buscar atención médica de emergencia para confirmar el diagnóstico y, de ser necesario, realizar una cirugía para extirpar el apéndice y administrar antibióticos.
Pancreatitis
La pancreatitis es la inflamación repentina o crónica del páncreas, mayormente causada por cálculos biliares y consumo excesivo de alcohol. Se caracteriza por dolor intenso arriba del ombligo que irradia hacia la espalda, acompañado de fiebre, náuseas, vómitos y sensibilidad abdominal.
El diagnóstico se basa en análisis de enzimas pancreáticas y pruebas de imagen como ecografía o tomografía, tratándose la forma aguda con hidratación y analgésicos.
Enfermedad inflamatoria intestinal
La enfermedad inflamatoria intestinal, como la enfermedad de Crohn y la rectocolitis ulcerativa, causa inflamación crónica del revestimiento intestinal por autoinmunidad. Sus síntomas incluyen dolor abdominal, especialmente bajo el ombligo, diarrea y sangrado intestinal.
El tratamiento incluye medicamentos para aliviar el dolor, reducir la inflamación y controlar la diarrea, y en casos graves, cirugía para eliminar partes del intestino afectadas. La dieta también es crucial, limitando grasas, alimentos picantes y cafeína.
Isquemia intestinal
Los cambios en el flujo sanguíneo intestinal por enfermedades como la isquemia aguda o crónica, o trombosis venosa, causan dolor abdominal cerca del ombligo debido a la inflamación y muerte del tejido por falta de sangre. Esto puede ser causado por aterosclerosis, espasmos vasculares, baja presión arterial, insuficiencia cardíaca, cáncer intestinal o uso indebido de drogas.
El tratamiento varía según la causa e incluye dieta, analgésicos, medicamentos para disolver coágulos o mejorar el flujo sanguíneo, y en casos graves, cirugía para remover coágulos o partes del intestino inflamadas.
La recomendación principal es visitar a un especialista para que realice pruebas de sangre y estudios de imagen, para orientar el diagnóstico y conocer los motivos que pueden estar detrás de estas sensaciones que producen malestar en la zona abdominal.
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