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Llegan los meses de calor y, con la subida de las temperaturas, pocos alimentos son tan apetecibles como las frutas de verano. Una de las más conocidas, la sandía, ha llamado la atención de la comunidad científica por sus posibles efectos afrodisíacos y su capacidad para mejorar el rendimiento sexual.
Un estudio realizado por la Universidad de Texas, en Estados Unidos, dirigido por el doctor Bhimu Patil, ha llegado a la conclusión de que dicha fruta estival puede relajar los vasos sanguíneos de una manera similar a como lo hace la viagra, medicamento empleado para tratar la disfunción eréctil en los hombres.
La clave de su impacto en la salud sexual se encuentra en un nutriente denominado citrulina. A la hora de consumir la sandía, la citrulina se convierte en arginina a través de enzimas específicas.
La arginina, subraya el doctor, es un aminoácido que tiene efectos beneficiosos en el corazón y en el sistema circulatorio y fortalece el sistema inmunológico. "Cuanto más estudiamos las sandías, más nos damos cuenta de lo increíble que es puesto que proporciona potenciadores naturales al cuerpo humano", asegura Patil.
Además de mejorar el rendimiento sexual, la arginina incrementa el óxido nítrico, relajando los vasos sanguíneos de forma parecida a la famosa pastillita azul de sildenafilo, aunque sin los probables efectos secundarios del fármaco.
El informe de la Universidad de Texas, del que se hacen eco varios medios, entre ellos el diario mexicano 'El Universal', destaca que, además de sus beneficios afrodisíacos, la sandía es rica en licopeno, un nutriente conocido por sus propiedades antioxidantes. Este componente, presente en variedades específicas de sandía, ayuda a proteger el corazón, la próstata y la piel.
La sandía, compuesta en un 92% por agua, destaca por su versatilidad y beneficios nutricionales (rica en vitamina C). Además de mejorar el rendimiento sexual y tener propiedades antioxidantes, la fruta contribuye a combatir problemas circulatorios, refuerza órganos vitales y ayuda en la eliminación de compuestos tóxicos del cuerpo.
El único inconveniente es que la citrulina se encuentra sobre todo en la corteza de la sandía. Por lo cual, obviamente, su consumo se dificulta. De esta manera, los investigadores estudian ahora la posibilidad de producir nuevas variedades de la fruta con mayores concentraciones en la pulpa.
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