Es probable que la primera vez que escuchases hablar del neuroma de Morton fuese en octubre de 2022. Y si fue así, seguro que fue gracias a la reina Letizia. Ella misma se encargó de poner nombre a su dolencia en el cóctel que organizaron tanto ella como el rey Felipe en el Palacio Real de Madrid con motivo de la Fiesta Nacional.
Allí, en los corrillos informales que se formaron tras el tradicional besamanos, su majestad compartió con los asistentes que cuatro meses antes le habían diagnosticado esta dolorosa enfermedad que, en su caso, afectaba directamente a su pie izquierdo. Y ha sido ahora, dos años después, cuando se ha hecho público que ha sufrido una recaída, como cuenta en el vídeo Adriana Pérez.
La visita de la reina a Países Bajos:
Su problema de salud se ha hecho visible en la cena de gala que han presidido junto a los reyes Guillermo y Máxima de Holanda durante su viaje de Estado a los Países Bajos.
A pesar de que en sus últimas fotografías (tanto en las que se tomaron en la tarde del martes subiendo a su avión privado como en su primer posado junto a los monarcas europeos esta misma mañana) no se apreciaba ninguna incomodidad a la hora de andar, en la recepción que ha tenido lugar horas más tarde en el Palacio Real de Ámsterdam se ha visto cómo la reina Letizia tenía que recurrir a una silla por su incapacidad de mantenerse en pie.
Te contamos cuáles son los síntomas y el tratamiento a seguir cuando recibes un diagnóstico como el suyo.
El neuroma de Morton, tal y como nos ha explicado la podóloga Sara Touceda, tesorera del Colegio de Podólogos de Galicia, es "una patología provocada por un engrosamiento del nervio que se encuentra en el tercer espacio interdigital del pie". Esta inflamación se produce cuando esta zona, la que está entre el tercer y el cuarto dedo, se ve expuesta a una presión anormal, normalmente por culpa de un calzado inadecuado. Cuando su uso se mantiene en el tiempo, tanto el tejido que lo rodea como el propio nervio sufren una fibrosis que suele terminar en tumoración benigna.
"Aunque el dolor al principio es menos intenso, éste va in crescendo cuanto mayor se va haciendo el neuroma. La molestia suele iniciarse en un nivel más localizado, entre el segundo y el tercer dedo, y se extiende hacia la zona con la que apoyamos el pie para acabar irradiando hacia el tercer y el cuarto dedo", nos detalla. La sensación es "de ardor intenso, de quemazón, de adormecimiento", y el paciente lo nota especialmente "a la hora de caminar, necesitando hacer descansos para relajar el pie y aliviar el dolor".
No es de extrañar que la reina Letizia vuelva a enfrentarse a esta dolencia. A pesar de que ha modificado su estilo a la hora de vestir, evitando recurrir a tacones altos y hasta estrenando zapato plano en muchos de sus actos oficiales, que haya seguido utilizando stilettos no habría ayudado a alcanzar una recuperación total. "Especialmente lo producen las punteras estrechas. También zapatos de una altura considerable que hacen que se desplace el peso del cuerpo hacia delante y que la presión aumente contra la puntera. Hay casos en los que no tiene nada que ver, sobre todo en personas que por anatomía, por la forma en la que están colocados sus huesos, van a ejercer presión en esa zona sí o sí, pero lo habitual es que se dé cuando se usan tacones con asiduidad", nos cuenta.
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