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Las enfermedades infecciosas son "la patología más frecuente en los servicios de Medicina Interna", tanto en "cuadros clínicos de forma aislada", como en "agudizaciones de patologías crónicas". La consulta de VIH es una de las más frecuentes, según la advertencia dl coordinador del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos Internistas (SEMI), el doctor Antonio Ramos.
El 60% es de consultas monográficas de patologías infecciosas en general, mientras que el 62% es sobre VIH, según los últimos datos del 'Informe RECALMIN 2023'.
Son los datos que se han presentado durante la XIV Jornada de Enfermedades Infecciosas de la organización durante el encuentro, celebrado los pasados 4 y 5 de abril en Madrid, con la participación de médicos internistas de todo el país, que han analizado aspectos y novedades en este campo, con especial foco en ITS, antibioterapia y enfermedades emergentes.
Como en años precedentes, los especialistas han hecho un repaso a los antibióticos de más reciente aparición, así como por las novedades en el tratamiento de la infección por VIH y la incidencia y la resistencia antibiótica de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
Los expertos han subrayado que en el campo de infección por VIH, "se deben abordar los tratamientos por vía intramuscular a administrar cada mes o cada dos meses y las combinaciones por vía oral, más potentes y mejor toleradas".
Asimismo, se han expuesto los aspectos más relevantes de los antibióticos para gramnegativos resistentes como cefiderol, ceftolozano/tazobactam, meropenem/varbobactam, ceftazidima/avibactam, aztreonam y otros fármacos de reciente comercialización.
En el caso de los grampositivos, se destacado la utilidad de la ceftarolina, ceftobiprole, oritavancina, dalbavancina, delafloxacina, entre otros. Además, los expertos han reiterado que "en pocas ocasiones se tratará de forma empírica a los pacientes con estos antibióticos, fomentando el uso dirigido una vez identificada la bacteria resistente".
Según han destacado los especialistas, las enfermedades más frecuentes, adquiridas fuera de los centros sanitarios, son las infecciones respiratorias, gastrointestinales y urinarias.
En esta línea, se ha incidido en que "seleccionar el antimicrobiano con el espectro más estrecho para la etiología probable del paciente en función del modelo de infección y con el menor efecto sobre su microbiota son objetivos prioritarios".
En relación a la asistencia compartida, tal y como se ha puesto de manifiesto, "cada vez se incorporan más internistas al manejo de pacientes de otras especialidades mientras dura su ingreso hospitalario".
Así, han destacado que las salas de hospitalización de traumatología, en las que pueden aparecer complicaciones infecciosas durante el ingreso y se tratan infecciones de prótesis articulares, son escenarios muy propicios para la "colaboración entre traumatólogos e internistas dedicados a la asistencia compartida".
Por otro lado, las enfermedades infecciosas emergentes y otras que regresan con más fuerza (reemergentes) son un problema de salud, tal y como se ha incidido, "muy relevante" por su alta morbilidad y el coste que representan para los sistemas sanitarios.
Están son producidas por bacterias, virus, parásitos y hongos cuya incidencia "se incrementa de forma brusca o presentan un perfil de reemergente incidencia en relación a lo observado en los últimos años", según los expertos.
Entre los ejemplos más recientes de enfermedades infecciosas emergentes destacan: infecciones por coronavirus, (COVID-19, el SARS y el MERS), la gastroenteritis por rotavirus, las infecciones por Escherichia O157:H7, la fiebre hemorrágica Crimea-Congo, el dengue, Chikunguya, Zika y otras infecciones transmitidas por artrópodos.
Entre las enfermedades infecciosas reemergentes destacan la tuberculosis pulmonar, la listeriosis, el cólera, la difteria, la fiebre amarilla, el sarampión, la leishmaniasis visceral, y la encefalitis por el virus Nilo Occidental, entre otras.
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son uno de los problemas de salud "más frecuentes" con gran impacto en la salud pública y con "posibilidad de secuelas relevantes". La sífilis, gonorrea y la infección por Chlamydia trachomatis son enfermedades de declaración obligatoria cuya incidencia "se ha incrementado los últimos años", según se ha destacado durante el encuentro.
Las manifestaciones clínicas más frecuentes de las ITS incluyen: enfermedades ulcerosas, cervicitis, uretritis o proctitis, aunque es necesario recordar que en la mayoría de los casos las ITS son asintomáticas, especialmente en mujeres o en localización extragenital.
Además, se ha comentado la necesidad de incrementar la dosis de ceftriaxona a 500 mg en dosis única, así como la adecuada toma de muestras que permita el cultivo de N. gonorrhoeae para mantener la vigilancia epidemiológica local.
En el caso de C. trachomatis, se recomendará, según lo expuesto, doxiciclina 100 mg 7 días frente a azitromicina. Por último, se ha abordado también el papel de la PCR en diversas ITS y las estrategias preventivas doxy-prep y doxy-pep.
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