Un nuevo estudio con más de 20.000 adultos ha revelado una asociación preocupante: aquellos que restringían su ventana de alimentación a solo 8 horas al día tenían un 91% más de riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares. Este hallazgo se presentó en las Sesiones Científicas sobre Epidemiología y Prevención del Estilo de Vida y Cardiometabólico de 2024 de la Asociación Estadounidense del Corazón.
El ayuno intermitente ha ganado popularidad en los últimos años como método para perder peso y mejorar la salud cardiovascular. Sin embargo, este estudio sugiere que limitar la ingesta de alimentos a solo 8 horas al día podría tener consecuencias negativas a largo plazo, especialmente para personas con enfermedades cardíacas o cáncer.
El ayuno intermitente implica alternar períodos de ayuno con períodos de alimentación. La forma más popular es el método 16:8, donde se ayuna durante 16 horas y se consume alimentos en las 8 horas restantes.
Para examinar esta cuestión, los investigadores se enfocaron en el posible impacto a largo plazo en la salud de seguir un plan de alimentación restringido de 8 horas. Para esto, revisaron información sobre los patrones dietéticos de los participantes en las Encuestas Nacionales de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) anuales de 2003 a 2018, comparando los patrones dietéticos de los participantes con la información de la Base de Datos de Índices de Defunción del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El análisis reveló que aquellos que seguían un patrón de consumo de alimentos en menos de 8 horas al día presentaban un riesgo un 91% mayor de morir a causa de enfermedades cardiovasculares. Además, entre las personas con enfermedades cardiovasculares preexistentes, consumir alimentos durante no menos de 8 pero menos de 10 horas al día también se asoció con un riesgo un 66% mayor de muerte debido a enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares.
Sin embargo, el consumo de alimentos dentro de un horario restringido no redujo el riesgo general de muerte por cualquier causa. Por otro lado, se observó que comer durante más de 16 horas al día se relacionó con un menor riesgo de mortalidad por cáncer entre las personas afectadas por esta enfermedad.
"Nos sorprendió descubrir que las personas que seguían un horario de alimentación de 8 horas y con un horario restringido tenían más probabilidades de morir de enfermedades cardiovasculares. Aunque este tipo de dieta ha sido popular debido a sus posibles beneficios a corto plazo, nuestra investigación muestra claramente que, en comparación con un intervalo de tiempo típico para comer de 12 a 16 horas por día, una duración más corta de la comida no se asoció con una vida más larga", reflexiona el autor principal del estudio, Victor Wenze Zhong.
Este estudio sugiere que el ayuno intermitente de 8 horas podría no ser adecuado para todos, especialmente para personas con enfermedades cardíacas o cáncer. Se necesitan más investigaciones para comprender mejor los efectos a largo plazo del ayuno intermitente en la salud.
Cabe destacar que el estudio tenía ciertas limitaciones, como su dependencia de la información dietética autoinformada, que podría estar sujeta a errores de memoria o recuerdo por parte de los participantes, y que podría no reflejar con precisión los patrones alimentarios habituales. Además, el análisis no consideró otros factores que podrían influir en la salud, aparte de la duración diaria de las comidas y la causa de muerte.
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