Tras una arranque de semana en la que España supera el promedio de las temperaturas habituales durante esta época del año, el país se prepara para la llegada de un "chorro polar", que volverá a traer el frío, la lluvia y la nieve. Estos cambios tan bruscos de temperaturas están teniendo una incidencia notable en la salud de los españoles, no sólo por la proliferación de los virus estacionales, sino por el adelanto de las alergias cuando se pasa drásticamente del frío al calor.
"Este año es posible que las alergias se hayan adelantado debido a que el invierno ha sido muy cálido en comparación con otros años y eso puede haber ocasionado una floración temprana de las plantas con potencial alergénico", ha declarado la experta en Microbiología de la Universidad Europea, María Teresa Coiras, teniendo en cuenta las altas temperaturas que ha registrado la península en lo que llevamos de invierno.
Según sus datos, en los últimos años parece haber habido un aumento de la incidencia de alergia entre la población general, posiblemente debido a varios factores: el calentamiento global, que favorece la floración temprana de plantas con potencial alergénico, el aumento en la contaminación ambiental, que puede propiciar mayores niveles de partículas en el aire, así como cambios en la alimentación, que puede conllevar un aumento en el número y la composición de los conservantes.
La alergia al polen, que es una de las más frecuentes, afecta aproximadamente al 15% de la población total, y aumenta hasta un 30% entre los jóvenes. Las principales plantas que producen la alergia son las gramíneas y arizónicas, los olivos y los plátanos, aunque éstas también pueden ser causadas por otros agentes como "los alimentos, productos químicos (incluidos medicamentos), los ácaros del polvo o las picaduras de insecto", dado que son sustancias capaces de inducir la respuesta del sistema inmunitario.