Tras la pérdida prematura o traumática de un ser querido, existen actividades que pueden ayudar a las personas a mejorar su estado de ánimo y su bienestar emocional en el día a día, según un estudio publicado en la revista 'Applied Psychology: Health and Well-Being'.
"La muerte prematura o traumática de amigos cercanos o familiares es emocionalmente agotadora, y navegar por el duelo puede ser difícil --reconoce Caitlin Reynolds, coautora del estudio y estudiante de doctorado en la Universidad Estatal de Carolina del Norte (Estados Unidos)--. Nuestro estudio sugiere que hay cosas específicas que la gente puede hacer para reforzar su bienestar emocional tras una pérdida traumática".
"Estábamos llevando a cabo un estudio más amplio que analizaba cómo los comportamientos diarios afectan al bienestar emocional y al funcionamiento cotidiano, y nos dimos cuenta de que un número significativo de participantes en el estudio estaban lidiando con la pérdida traumática de un ser querido --apunta Shevaun Neupert, autora correspondiente del estudio y profesora de psicología en NC State--. Esto nos dio la oportunidad de obtener información sobre cómo los comportamientos cotidianos tras una pérdida pueden influir en nuestro bienestar emocional".
Para el estudio, los investigadores trabajaron con datos de 440 adultos estadounidenses de entre 50 y 85 años. 356 de los participantes en el estudio declararon la pérdida traumática de un ser querido. Los participantes en el estudio completaron una encuesta diaria durante 14 días consecutivos. Las preguntas de la encuesta se diseñaron para captar los cambios en las experiencias cotidianas y el "afecto" -o estado de ánimo- de cada participante.
"Las preguntas de la encuesta también nos ayudaron a obtener información relacionada con la edad subjetiva, es decir, cómo se sienten las personas mayores cada día", explica Neupert. "¿Se sienten mayores de lo que realmente son? ¿Se sienten más jóvenes?¿Y cómo se correlaciona eso con su estado de ánimo o bienestar emocional?. Uno de los grandes hallazgos del estudio es que las actividades que llamamos 'elevadoras' o 'subidones' pueden tener un impacto significativo", añade Ali Early, coautora del estudio y antigua estudiante de NC State.
Los "subidones" se refieren a una serie de actividades que pueden mejorar nuestro estado de ánimo, como: completar una tarea, dormir lo suficiente, salir a cenar, visitar, llamar por teléfono o escribir a un amigo o pasar tiempo con la familia.
"Los estímulos fueron buenos para todos, pero hay matices no sólo en cuanto a quién se ve más afectado, sino también en cuanto a cuándo son más potentes --subraya Neupert--. Por ejemplo, descubrimos que el efecto positivo de las elevaciones era más pronunciado en las personas que habían sufrido una pérdida traumática, y especialmente en los días en que decían sentirse mayores".
Los resultados se mantuvieron incluso cuando los investigadores tuvieron en cuenta el nivel socioeconómico de los participantes en el estudio, su edad y la edad a la que experimentaron por primera vez una pérdida traumática. "En otras palabras, hay cosas que podemos hacer -que son accesibles para la mayoría de la gente- para mejorar nuestro estado de ánimo --concluye Neupert--, y esas cosas pueden ayudarnos más en los días en que más lo necesitamos".
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