Un informe realizado por expertos independientes sobre la gestión de la Covid-19 en España ha señalado que el país "no estaba lo suficientemente preparado" para la pandemia de Covid-19 por la ausencia de reservas estratégicas del material necesario para hacer frente al virus, la debilidad de los sistemas de información y alerta temprana y la insuficiencia de recursos diagnósticos. Así, han destacado que una nueva pandemia "no es posible, sino probable" tanto a corto como a medio plazo. Se trata de unas declaraciones que generan cierta incertidumbre, sobre todo después de que China haya reconocido una brecha de inmunidad en los casos de neumonía.
Los auditores advierten de que, en algunos casos, se produjeron "contradicciones en la respuesta de las distintas administraciones y se apreciaron fallos de coordinación en múltiples áreas". Este documento, llamado 'Evaluación del desempeño del Sistema Nacional de Salud español frente a la pandemia Covid-19', tenía como objetivo ofrecer información útil que oriente la toma de las decisiones para fortalecer y cohesionar el Sistema Nacional de Salud (SNS) y hacerlo más resiliente frente a futuras amenazas pandémicas.
El Consejo Interterritorial de Salud (CISNS), el órgano donde están representados el Ministerio de Sanidad y las CCAA, "no fue suficientemente eficaz como instrumento para adoptar decisiones homogéneas", según el texto. Los errores en la respuesta a la pandemia se debieron a problemas preexistentes en el sistema sanitario, entre los que destacan "la distancia entre la salud pública y los niveles asistenciales, las deficiencias en los sistemas de vigilancia epidemiológica, unos recursos humanos estructuralmente infradimensionados para la actividad cotidiana de los servicios de salud pública, y la ausencia de un adecuado sistema de información a nivel nacional".
Estos expertos hacen "mención aparte" a la falta de protocolos previos en las residencias de personas mayores y otros colectivos vulnerables y la "limitada coordinación" entre el sistema sanitario y los servicios sociales, "que estuvieron en el origen de la tragedia vivida en los establecimientos residenciales". Pese a los puntos negativos, el documento también resalta que "muchas cosas se hicieron bien". Destacan la respuesta de los profesionales de la asistencia sanitaria, la salud pública y la atención sociosanitaria; así como de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad; la "excelente" campaña de vacunación; la creación de un mando único al comienzo de la pandemia y la comunicación continua que se produjo entre el gobierno central y las CCAA.
El informe insta a "interiorizar" que una nueva pandemia de virus respiratorios de alta gravedad "no solo es posible, sino probable, a corto o medio plazo". Por ello, proponen 72 puntos para que no haya confusión ni descoordinación en las futuras pandemias. Por ejemplo, aplicar "de forma inteligente" el principio de precaución para evitar, o al menos retrasar, que la enfermedad atraviese las fronteras españolas. "En general, cuanto antes se intervenga, mejor", recalcan. También, llaman a detectar la aparición de casos de enfermedad, para intentar controlar su expansión, y piden que las primeras decisiones se tomen por un comité de gestión de la crisis sanitaria asesorado por un comité científico-técnico ad hoc.
En cuanto a la comunicación con la ciudadanía, piden la inclusión de una estrategia de comunicación bien diseñada: "Es prudente evitar en lo posible la discrepancia frontal en público de quienes lideren la lucha contra la pandemia, y no se deben usar las medidas de salud pública como abono para la contienda política descarnada".
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