El aceite de oliva se mantiene como el producto que más se ha encarecido en el mes de octubre, con un incremento del 78,9%, según los datos ofrecidos por la consultora Circana. Denominado oro líquido por su coste para las familias -no en vano, se trata de un productos en la dieta mediterránea- la demanda tras este alza de precios ha caído un 59,7%, lo que ha provocado el crecimiento de otros tipos de aceite como, por ejemplo, el aceite de girasol (+8,2%), más económico.
Cada vez hay más españoles que aprovechan sus propios olivos para que les produzcan su propio aceite. Y los supermercados aseguran las garrafas como nunca ante posibles robos: la vigilancia ya se produce en los mismos olivos. Y también más delincuentes alimentarios que intentan vender por virgen lo que no es más que una adulteración.
La Guardia Civil detenía este lunes a once personas que supuestamente formaban una organización con dos ramas en España e Italia dedicadas a la distribución internacional de aceite de oliva adulterado. Se inmovilizaban 16 depósitos de aceite y más de 5.200 litros del citado producto preparado para su venta. La operación se llevó a cabo de manera coordinada con Carabinieri y Europol y se han producido ocho registros en cooperativas de las provincias de Ciudad Real, Jaén y Córdoba.
Todo se inició cuando el Seprona de la Guardia Civil inspeccionó un camión que transportaba aceite de oliva en Manzanares (Ciudad Real) y detectó una serie de anomalías. A raíz de este caso, la Unidad Orgánica de Policía Judicial inició la operación 'Omegabad' y los agentes comprobaron la existencia de una organización con dos ramas, una española y otra italiana, presuntamente dedicados a distribuir aceite de oliva adulterado a nivel internacional.
Mezclaban los aceites turbios, un subproducto del oliva, con el aceite de oliva de mejor calidad para conseguir unos parámetros adecuados de grasas y eritrodiol que permitieran su comercio. También impedían la trazabilidad del producto mediante el no registro de los aceites de oliva de su empresa. Además, utilizaban una fuerte estructura empresarial transnacional mediante mercantiles en los principales países productores de aceite sin controles de trazabilidad como el español que facilitaba la labor de adulteración.
En medio de este contexto la pregunta que asalta a los ciudadanos es la siguiente. ¿Es posible para el consumidor detectar si un aceite es falso? Tal y como explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), es muy difícil detectar estos fraudes a simple vista, ya que existen infinidad de métodos y materias primas con las que adulterar el producto, en la mayoría de ocasiones difíciles de detectar salvo para los rigurosos controles de las instituciones encargadas de la seguridad alimentaria. No obstante, existen ciertas premisas básicas que el consumidor puede tener en cuenta a la hora de hacer la compra.
El nombre siempre con apellidos: si se trata de aceite de oliva virgen extra (aceite de categoría superior obtenido directamente de aceitunas y sólo mediante procedimientos mecánicos), aceite de oliva virgen (de menor categoría pero también obtenido directamente de aceitunas y sólo mediante procedimientos mecánicos), aceite de oliva (contiene exclusivamente aceites de oliva que se hayan sometido a un tratamiento de refinado) o aceite de orujo de oliva (combina aceite de orujo refinado y aceites vírgenes).
Busca en la etiqueta la fecha en que se cosecharon las aceitunas. Si aparece, quiere decir que la empresa tiene cierta seriedad. Y evidentemente es mejor que la fecha sea lo más reciente posible. De esta manera sabes que las aceitunas son frescas y de este año.
Busca en la botella con qué tipo de aceitunas fue hecho el aceite. Puede que sea monovarietal (de una sola variedad), o puede que sea un blend, es decir, una mezcla de distintas variedades de aceituna. En cualquiera de los dos casos está bien. Es bueno que la etiqueta incluya la variedad, porque así nos están diciendo que están utilizando aceitunas y no otras grasas.
El precio del aceite de oliva virgen o extra debe tener un nivel razonable. Si es demasiado bajo, no hay que fiarse demasiado.
El aceite de oliva virgen o extra auténtico, debe tener aromas que recuerden a la naturaleza, como a fruta, a hierba, a césped, a flores… dependiendo de la variedad. Pero en ningún caso debe tener aromas anómalos o desagradables.
Fijarse en que la botella sea de vidrio oscuro (porque mantiene mejor la calidad del producto).
Que se indique claramente el lugar de origen.
Grado de acidez. Los mejores aceites tienen la menor cantidad de acidez (idealmente inferior a 0.8 grados).
Probar el aceite con una cuchara o un vaso pequeño, si pica y deja un sabor amargo, bien.