Cómo el ejercicio físico ayuda a combatir la depresión y rebajar la ansiedad: deportes que levantan el ánimo

Siempre se ha dicho que hacer deporte es bueno para la salud, y es bien cierto en distintas dimensiones de lo que componen nuestra persona. Lo más evidente se plasma en nuestro estado físico, ya que el deporte fortalece nuestro los huesos y músculos, reduce los riesgos para nuestra salud, ayuda a controlar nuestro peso… Pero también aporta beneficios para la salud mental. 

Y es que la depresión y la ansiedad son trastornos de salud mental que afectan a millones de personas en todo el mundo. Aunque existen tratamientos médicos y distintas terapias psicológicas efectivas para abordar estas condiciones, el ejercicio físico también juega un papel crucial en su manejo y también en el proceso de recuperación. 

Beneficios físicos de hacer ejercicio

Son muchas las razones por las que esta relación es tan importante, y lo es en primer lugar porque produce una liberación de endorfinas. Cuando nos ejercitamos, el cuerpo libera endorfinas, que son una sustancia química que actúa como analgésico natural y antidepresivo. Estas endorfinas generan una sensación de bienestar y felicidad, lo que puede ayudar a aliviar los síntomas de la depresión y la ansiedad.

También contribuye a reducir el estrés, que puede ser un desencadenante o agravante de la depresión y la ansiedad. Cuando hacemos ejercicio, nuestro cuerpo libera cortisol, una hormona del estrés, y lo metaboliza más eficazmente. Esto nos permite relajarnos y enfrentarnos a situaciones estresantes de manera más efectiva. 

Otro beneficio obvio, pero que siempre hay que mencionar es que el ejercicio físico mejora nuestro sueño ya que nos ayuda a tener un sueño más profundo y reparador. Un buen descanso nocturno puede ayudar a reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad.

Otra faceta de nuestra salud que se ve beneficiada por realizar ejercicio físico es el equilibrio químico del cerebro, ya que puede aumentar la disponibilidad de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que desempeñan un papel clave en la regulación del estado de ánimo.

Beneficios psicológicos de hacer ejercicio

El primer efecto de hacer ejercicio es un aumento de la confianza en uno mismo. Y es que, a medida que nos marcamos metas de actividad física y las alcanzamos, sentiremos que hemos logrado una meta, lo que puede contrarrestar los sentimientos de impotencia y desesperanza asociados con la depresión y la ansiedad. De la misma forma otro efecto es un aumento en las conexiones sociales, ya que participar en actividades deportivas o ejercitarnos en grupo brinda la oportunidad de conectar socialmente con otras personas. La interacción social es fundamental para el bienestar emocional y puede ayudar a reducir el aislamiento que a menudo acompaña a la depresión y la ansiedad.

Además hacer ejercicio supone una distracción positiva, y aporta cierta rutina y estructura que dan propósito y cambien hacia la positividad nuestro día a día. Estos son elementos especialmente beneficiosos cuando se lucha contra la depresión y la ansiedad, ya que tener una agenda regular de ejercicio ayuda a dar forma al día a día y mejorar la capacidad de enfrentarnos a los desafíos. 

Además, y para finalizar, hacer ejercicio brinda la oportunidad de explorar nuevos intereses y habilidades que pueden agregar diversidad y emoción a nuestra vida, ayudándonos a luchar contra la apatía. Y por si no fuera suficiente todo esto, además permite que sintamos que tenemos el control sobre nuestro cuerpo y bienestar, contrarrestando el efecto opuesto causado por la depresión. 

En resumidas cuentas, el ejercicio físico no solo es beneficioso para el cuerpo, sino que también tiene un impacto significativo en la salud mental. Incorporar una rutina de ejercicio regular en tu vida puede ser un paso importante hacia el bienestar emocional. Si estás luchando contra la depresión o la ansiedad, considera hablar con un profesional de la salud mental y consulta con un entrenador o fisioterapeuta para diseñar un programa de ejercicios adecuado a tus necesidades. La combinación de tratamiento médico, terapia y ejercicio puede ser una estrategia eficaz para recuperar el equilibrio emocional.