El cambio de hora que nos lleva hacia el invierno y que tiene lugar este fin de semana durante la madrugada del sábado al domingo, es decir, del 28 al 29 de octubre, cuando debemos atrasar los relojes 60 minutos para que a las 3:00 sean de nuevo las 2:00, tiene ciertos efectos en la salud y en nuestros ritmos vitales.
"Nos devuelve una hora perdida y nos aproxima a nuestro horario solar. Con lo cual, pasadas las consecuencias transitorias de los primeros días (de tres a cinco), entramos en un nuevo horario más ajustado a nuestras necesidades", subraya Juan Antonio Madrid, experto en cronobiología. No obstante, los expertos ofrecen una serie de pautas para adaptarse lo antes posible.
Lo primero que podemos hacer para adaptarnos al cambio de hora es adelantar el momento de la cena. Además, la clave también está en ingerir productos ligeros y bajos en calorías, grasas y azúcares. Una vez terminada, no irse a dormir inmediatamente y esperar al menos una hora.
En cuanto al sueño, lo recomendable es establecer una rutina y acostarse 15 minutos antes cada día durante la semana en la que se va a realizar el cambio horario. Si no se ha hecho así, también podemos irnos ese sábado a descansar una hora antes.
Por supuesto, no utilizar cualquier tipo de pantalla electrónica (de móviles, tables u ordenadores) en las dos horas previas a acostarse. El motivo es que la luz azul de las mismas inhibe la producción de melatonina y, con ello, dificulta el sueño.
Otro hándicap en el momento de ir a descansar es el consumo de bebidas alcohólicas o estimulantes como el café y el té. Pueden ser el motivo de trastornos del sueño. Así, en caso de consumo, lo aconsejable es que no sea durante la segunda mitad de la jornada.
También debemos evitar las siestas, al menos hasta que nos hayamos acostumbrado al nuevo horario, para prevenir los desajustes en los ritmos de sueño y vigilia.
Importante resulta que nos beneficiemos de la luz natural dando un buen paseo todos los días. Hacerlo a primera hora, de forma moderada, servirá para afrontar el resto de la jornada con buenas energías.
Por último, los expertos abogan por desayunar bien, para no encontrarnos con signos de debilidad o falta de concentración, y tomar alimentos 'antiestrés' que estimulen la producción de serotonina. Algunos de estos son los huevos, los lácteos, las legumbres (alubias y lentejas), los frutos secos (pistachos y almendras), el pescado azul, la carne magra (pollo, pavo y conejo), la piña, el plátano y el chocolate negro.
Según estimaciones oficiales del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial de ahorro en iluminación podría alcanzar en torno a 300 millones de euros, el equivalente al 5% del total. De esa cantidad, 90 millones corresponden a los hogares españoles, lo que supone un ahorro de seis euros por hogar, y 210 millones restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria.
Sin embargo, fuentes del IDAE han informado de que realmente no existen en España informes actualizados que permitan asegurar que el cambio de hora lleve asociados ahorros energéticos, ya que el último estudio es de 2015.