La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pide al Ministerio de Consumo regular un etiquetado, similar al del tabaco, para las bebidas energéticas. Según el Plan Nacional sobre Drogas, el 45% de los jóvenes -entre 14 y 18 años- las consumen con frecuencia pese a ser peligrosas. Y el 16% de ellos lo mezclan con el alcohol, una práctica que pone en riesgo la salud por reducir la sensación de sueño y permitir alargar la noche, lo que supone beber más alcohol. También conocido como ‘borrachera completamente despierta’. La Xunta de Galicia ya ha prohibido la venta de este tipo de bebidas a partir del uno de enero de 2024.
La OCU recomienda regular un etiquetado que ocupe el 65% de la superficie del envase para incluir mensajes de advertencia: “Bebida no recomendada a menores de edad”, “No consumir combinada con alcohol y elevado contenido de cafeína” y alertando que no se debe consumir más de tres miligramos de cafeína por kilogramo de peso corporal.
La cafeína, en pequeñas dosis, aumenta el estado de alerta y reduce la somnolencia, incluso tiene beneficios para la salud cardiovascular. Si la tomamos en exceso, los riesgos aparecen. A corto plazo puedes sufrir interrupción del sueño, ansiedad y alteraciones en el comportamiento. A largo plazo, problemas cardiovasculares. Estas bebidas contienen unas sustancias estimulantes como ginseng, la glucoronolactona o la taurina que, si la consumes en exceso, puede hacerte sufrir temblores y dolor en el pecho.
Las bebidas de cola y el café son productos que contienen cafeína, por lo que si se junta su consumo con las bebidas energéticas se puede incrementar de forma preocupante los niveles estimulantes del organismo. La OCU comprobó que una lata de 12 de las bebidas energéticas superaba la ingesta máxima de una persona de 50 kilos, lo que sería el peso de un adolescente.