La trombosis o la aparición de trombos se produce cuando la sangre se solidifica en una vena o arteria y se produce una interrupción del flujo normal del fluido hacia el corazón. Esta coagulación puede ser peligrosa, sobre todo si se produce el desprendimiento de un trombo venoso. Es decir, cuando el trombo termina en el pulmón y se produce una embolia pulmonar.
Aunque no siempre se producen síntomas, se necesita prestar atención a los signos de alerta que muestra nuestro cuerpo para reconocer si estamos sufriendo una trombosis venosa profunda (TVP). Y es que se trata de una enfermedad potencialmente peligrosa que puede afectar a cualquier persona pero que se puede prevenir si conocemos cómo detectarla.
El principal síntoma de una trombosis es el dolor o hinchazón en la zona afectada, normalmente el brazo o la pierna. En general, existen cuatro advertencias en nuestro cuerpo que debemos tener en cuenta para acudir a un médico:
La Trombosis Venosa Profunda (TVP) se produce en las venas profundas de las extremidades (brazos, piernas e incluso órganos internos). Aunque la localización más frecuente son las piernas.
En cuanto a los factores de riesgo se encuentra la edad, la falta de movimiento, las lesiones en las venas, el embarazo, las píldoras anticonceptivas, el sobrepeso, fumar, el cáncer, la insuficiencia cardíaca, las enfermedades intestinales inflamatorias, los antecedentes familiares y la genética, donde el ADN tiene un papel fundamental.
La trombosis venosa profunda y la embolia pulmonar son afecciones que no se suelen diagnosticar con frecuencia. La segunda, se produce cuando el coágulo de sangre, que se ha producido en las piernas, asciende hacia el lado derecho del corazón para luego alojarse en los pulmones.
Los signos de advertencia de una embolia pulmonar son: la falta de aire repentina, dolor o molestia en el pecho que empeora si respiras profundo, sensación de aturdimiento, desmayos, pulso acelerado, respiración rápida y tos con sangre. Pero se pueden evitar. Según Mayoclinic, llevar un buen estilo de vida nos puede ayudar a evitar la trombosis venosa profunda. Mover las piernas, no fumar o controlar tu peso son aspectos que nos pueden ayudar para evitar esta enfermedad.