El babeo es básicamente la saliva que fluye por fuera de la boca y generalmente es causado por dificultades para mantener la saliva dentro de la cavidad bucal, por problemas con la deglución o por demasiada producción de saliva.
Algunas personas con problemas de babeo presentan un mayor riesgo de inhalar saliva, comida o líquidos hacia los pulmones. Esto puede causar daño si hay un inconveniente con los reflejos normales del organismo, como el reflejo nauseoso y de la tos, según explica 'MedlinePlus'.
En principio, se debe a que hemos entrado en la fase REM del sueño y que de verdad nos hemos relajado, pero también puede ser una pista de lo que nuestro cuerpo nos quiere decir. Según la Universidad de Pensilvania, en EEUU, estas con las causas más preocupantes del babeo nocturno:
Sialorrea. Se trata de la secreción excesiva de saliva debido a un aumento en su producción, que puede estar relacionada con afecciones en la mucosa oral, la lengua o factores psicógenos.
Alergias e infecciones. En casos de alergias estacionales, el cuerpo puede generar más saliva para eliminar toxinas. En cuanto a las infecciones, provocan inflamación y un agrandamiento de las amígdalas, algo que desemboca en una mayor producción de saliva al descansar.
Apnea del sueño. Según recoge 'Levante-EMV', con información de dicho centro norteamericano, existe la apnea obstructiva (cuando las vías respiratorias se bloquean repetidamente durante el sueño) y la apnea central (cuando el cerebro no envía las señales adecuadas para respirar). El babeo se asocia con la obstrucción de las vías respiratorias.
Efectos secundarios de fármacos. Algunos medicamentos utilizados para trastornos psiquiátricos, el Alzhéimer o la miastenia gravis (debilidad muscular) pueden ocasionar babeo.
Accidente cerebrovascular o trastorno neurológico. Ambas condiciones pueden provocar disfagia, que se caracteriza por dolor y dificultad al tragar, así como babeo.
Si no te gusta amanecer con un gran charco de baba sobre tu almohada, puedes seguir algunas de estas sugerencias que indica la Clínica del Sueño:
Duerme boca arriba. Las personas que duermen de lado o boca abajo son las que tienen más altas probabilidades de babear durante la noche. Esto se debe a la acción de la gravedad que abre la boca y deja caer la saliva.
Mantén la cabeza elevada. Si no puedes dormir de lado, prueba una posición más vertical para permitir que se cierre tu boca y crear una mejor corriente de aire.
Respira por la nariz, no por tu boca. La principal razón por la que la gente babea es porque tiene la nariz tapada. Como resultado, respirando por la boca se produce el babeo.
También puedes realizar gárgaras con agua salada antes de acostarte.
Si después de seguir estos consejos sigues babeando, es mejor consultar con un especialista. No obstante, hay expertos que aseguran que el babear al dormir es bueno para la salud puesto que significa que las acciones naturales del cuerpo funcionan correctamente.