Un equipo científico de Estados Unidos ha conseguido trasplantar riñones de cerdo modificados genéticamente a un paciente de 52 años en muerte cerebral y, por primera vez, ha logrado que, después de 30 días, los órganos sean funcionales puesto que fabrican orina y depuran creatinina. Por otra parte, el año pasado, David Bennett, pionero en recibir un trasplante de corazón de cerdo, murió tan sólo dos meses después de la operación.
Según los responsables de esta prueba, que recoge la revista 'Jama Surgery', supone un avance en la ciencia y en los xenotrasplantes como terapia para tratar potencialmente la insuficiencia renal terminal, abordando "la grave crisis mundial de escasez de órganos renales".
Los órganos del animal, generados por la empresa Revivicor, albergaban diez modificaciones genéticas, cuatro genes porcinos inactivos y seis genes humanos añadidos. Cabe destacar que el cerdo es el animal con los órganos más parecidos a los humanos.