Las infecciones de transmisión sexual siguen aumentando en España, con un ascenso notable de la gonorrea

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) continúan en aumento en España. Lo advierte el Instituto de Salud Carlos III, que apunta además que, específicamente en el caso de la gonorrea, el incremento ha sido especialmente significativo, con una tasa de infecciones por 100.000 habitantes que ha aumentado más de un 19% entre 2010 y 2021.

Más allá, además de la gonorrea, la incidencia de la sífilis y clamidiasis también ha aumentado en el país en los últimos años, según los datos de 2021 del Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII, que precisan que en el caso de la sífilis ha crecido un 8 por ciento entre 2014 y 2021 y la infección por clamidia ha aumentado un 18 por ciento entre 2016 y 2021.

A este respecto, el organismo ha señalado a una mayor afectación en hombres que en mujeres para todas las infecciones de transmisión sexual, a excepción de la infección por 'C. trachomatis'. La mayoría de los casos se produjeron en adultos jóvenes, aunque se observan algunas diferencias según enfermedad.

Las ITS, problema de salud pública: del virus del papiloma humano al VIH

Las ITS son un conjunto de patologías de origen infeccioso en las que la principal vía de adquisición son las relaciones sexuales, aunque puedan tener otros modos de transmisión. Están causadas por diferentes microorganismos, como virus, bacterias, protozoos o ecotoparásitos. Se conocen más de 20 infecciones de este tipo y algunas de las más conocidas son la sífilis, la clamidiasis, la gonorrea, el VIH, el virus del papiloma humano (VPH), el virus del herpes genital, la tricomoniasis, la pediculosis pública o la sarna.

Más allá, las ITS son importantes por su magnitud, es decir, por el número de casos que producen anualmente, y están consideradas como un problema de salud pública. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en este sentido, calcula que cada día más de un millón de personas contraen una ITS, en muchos casos de manera asintomática, y que cada año se producen unos 375 millones de nuevos casos de cuatro de las ITS más comunes: clamidiasis, gonorrea, sífilis y tricomoniasis.

Con respecto a otra de las ITS más representativas, la infección genital por el virus del herpes simple, se estima que la tienen más de 500 millones de personas de entre 15 y 49 años.

La prevención y el tratamiento por parte de especialistas es clave. La importancia de las ITS también radica en sus complicaciones y secuelas si no se realiza un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado. Entre sus complicaciones, puede producirse infertilidad y patologías como enfermedad inflamatoria pélvica, orquitis, epididimitis y cáncer en el caso del virus del papiloma humano (VPH).

Por otro lado, muchas de estas infecciones favorecen la adquisición de una de las ITS más conocidas, la infección por el VIH, para la cual existe tratamiento pero no curación. La gran mayoría sí cuentan con tratamientos eficaces, algunas disponen de vacunas y en todas ellas es fundamental tanto la prevención como el diagnóstico precoz.

La prevención y la vigilancia, factores clave: es posible reinfectarse de una ITS

"La investigación y la vigilancia de estas infecciones ha permitido mejorar su manejo de manera significativa en las últimas décadas, aunque estas infecciones suponen una importante preocupación para la comunidad científica y sanitaria", subrayan desde el ISCIII.

Las ITS, una vez pasada la infección, no dejan inmunidad, por lo que se pueden producir reinfecciones. También existe la posibilidad de infecciones mixtas, por lo que es necesario hacer un diagnóstico diferencial e identificar correctamente cada una de ellas.

En este sentido, como muchos especialistas han subrayado, uno de los principales escollos en el manejo de estas enfermedades son las resistencias antimicrobianas, que en ocasiones dificultan su tratamiento eficaz, y es algo que también cada vez es más común. Estas patologías están incluidas dentro de la estrategia mundial de la OMS para su eliminación como problema de salud pública para el año 2030.