Alerta por la mosca negra en España: sus mordeduras son muy agresivas y pueden requerir hospitalización

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) ha lanzado una alerta para que se adopten medidas de control que eviten una plaga de moscas negras este verano. Después de que la Junta de Andalucía advirtiera sobre la mayor proliferación de mosquitos portadores del virus del Nilo Occidental (VNO), la Anecpla ha hecho saltar las alarmas tras detectar un aumento en la población de estos insectos, cuyas mordeduras son muy agresivas y pueden causar problemas de salud a la ciudadanía.

Según informó Anecpla en una nota de prensa, la mosca negra es una especie nativa de España. No obstante, su número se ha disparado en los últimos años, y cada vez son más las personas que acuden a los servicios médicos de hospitales y centros de salud tras ser atacadas por este insecto.

La mosca negra anestesia la piel de sus víctimas

A diferencia de lo que se suele creer, la mosca negra no pica, sino que muerde. Así lo explicó Jorge Galván, director general de Anecpla, quien indicó que “el problema fundamental de este insecto es que no pica, sino que muerde en forma de sierra, generando una herida de consideración importante y pudiendo dar lugar a infecciones y reacciones alérgicas muy alarmantes, que en algunos casos pueden incluso llegar a requerir hospitalización”.

Por su naturaleza hematófaga, la mosca negra necesita alimentarse de sangre para completar su ciclo vital. A pesar de no tener aguijón, este insecto muerde rasgando la piel de sus víctimas con sus mandíbulas para acceder a la sangre. Durante este proceso, inyecta una pequeña cantidad de anestésico que le permite actuar sin ser percibido por el individuo afectado durante unos cinco minutos. Como consecuencia, se forma un bulto de varios centímetros en la piel que suele sangrar, acompañado de una inflamación notable que puede durar hasta un mes.

Causas subyacentes del incremento y recomendaciones en caso de mordedura

Este insecto autóctono, con una longitud aproximada de seis milímetros, ha experimentado un crecimiento sin precedentes en su población, debido principalmente al incremento de las temperaturas en los últimos años.

Sergio Monge, presidente de Anecpla, identificó dos factores principales que contribuyeron al aumento de la población de este insecto: "el cambio climático y la globalización". Monge subrayó la urgencia de que las autoridades tomasen medidas, afirmando que "la única manera que tenemos de evitar una plaga descontrolada de esta especie es que las administraciones públicas vuelquen todos sus esfuerzos en su control mediante campañas preventivas previas a los meses de más calor, que es el momento idóneo además para aplicar los tratamientos larvicidas, que son los más efectivos".

En caso de sufrir la mordedura de este insecto, se recomienda aplicar hielo para disminuir la hinchazón o usar una crema con corticoide suave, además de acudir al centro de salud más próximo y comunicar el suceso para prevenir posibles complicaciones. Es importante evitar rascarse, ya que esto podría empeorar la lesión o causar una infección, según informa 20minutos.es.

Las regiones más afectadas por el aumento de la mosca negra son Andalucía, Aragón, Cataluña, Madrid, Murcia y Valencia.