Qué no hacer después de tomar el sol

Las jornadas de playa, piscina y terraceo en verano pueden terminar en un bronceado que afecta diferente a cada persona. Igualmente, ya sea que una persona haya cogido algo de color o tenga la piel quemada, se debe hidratar correctamente.

Asimismo, es fundamental tratar la piel antes y después de exponerse al sol. De no hacerlo, pueden causar graves enfermedades como cáncer, reacciones alérgicas, quemaduras y envejecimiento prematuro. 

A continuación, te compartimos las cosas que nunca debes hacer después de tus días al sol.

Seis cosas que debes evitar después de tomar el sol

  1. Hacerte una exfoliación: esto irrita más la piel, aunque parezca que ayude a remover la piel superficial. En cambio, antes de una exposición solar puede ser útil para mantener un bronceado uniforme y duradero.
  2. Depilarte: no es conveniente depilarse inmediatamente después de haber estado expuesto a los rayos solares, puesto que ya sea con crema depilatoria, cera caliente, pinzas o cualquier técnica, los poros se dilatan y la piel se irrita. 
  3. No hidratarse la piel: después de un día bajo el sol, haberse duchado y tener la piel libre de impurezas, hay que hidratarla y mitigar los efectos provocados por el sol. En este sentido, el producto más efectivo es un after sun, ya que además de aportar hidratación, como cualquier otra crema hidratante, incorpora componentes calmantes y sensación de frescor.
  4. No realizar cuidados especiales en rostro, manos y labios: en el rostro hay que tomar medidas especiales y aplicar el contorno de ojos; usar una crema hidrante para los labios y hacer tu rutina de limpieza, loción e hidratación en la cara.
  5. Rascarse: si ya te has quemado y tu piel es propensa a pelarse, evita a toda costa rascarte con las uñas o frotarte con la toalla cuando salgas de la ducha, entre otros gestos.
  6. Comer cualquier cosa: después de un día de sol hay que tener cuidado con lo que comes. Para restablecer esa falta de líquidos los alimentos ricos en agua como zumos naturales de diferentes cítricos, té verde bien frío, fresas frescas, unas rodajas de melón o sandía.