El aspartamo, el último edulcorante señalado por la OMS: ¿son peligrosos los sustitutivos del azúcar?
La OMS ha anunciado que el aspartamo entra en la lista de alimentos "posiblemente cancerígenos para los humanos"
"Hay que tener cuidado para que esta alerta sobre el aspartamo u otros edulcorantes nos lleve a recurrir al azucar, que es mucho peor"
La mejor solución es reeducar al paladar para consumir menos dulce
Los edulcorantes están en el punto de mira. Numerosos estudios recientemente publicados desaconsejan tomarlos, ya que se ha demostrado que tienen efectos perniciosos para la salud. Tampoco es bueno tomar azúcar. Hace años que se demostró que su consumo excesivo está relacionado con enfermedades como la diabetes, sobrepeso o caries.
Así las cosas el consumidor se encuentra con que no sabe qué hacer. Nos hemos acostumbrado al sabor dulce. Y esto es adictivo. Por eso cuando los expertos recomiendan dejar de tomarlo saltan las alarmas. ¿Se puede vivir sin dulce? ¿Hay alguna manera de endulzar mejor que otra? ¿Son tan malos los edulcorantes como se dice?
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Lo cierto es que hay consenso científico sobre que tomar dulce no es bueno, pero en cuanto a los edulcorantes, como la mayoría de los anuncios que se van conociendo sobre sus efectos en la salud, hay que analizar con cuidado, sin dejarse llevar por las alarmas. Estos endulzantes no son hoy por hoy exactamente cancerígenos, lo que se está viendo es que su consumo excesivo puede llevar a una posibilidad de tener riesgo de cáncer. Que no es lo mismo.
"Hay que tomar menos azucar porque es malo, y menos edulcorantes porque, por un principio de precaución, empieza a haber una evidencia de que a lo mejor pudiera ser, que no sea bueno para la salud. Que eso no quiere decir que produzca cáncer", aclara el Dr. Francisco Botella, coordinador del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN)
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer es quien publica la famosa lista IARC de sustancias cancerígenas, en la que se basa la Organización Mundial de la Salud (OMS) para advertir sobre los riesgos. Y en el caso del aspartamo, por ejemplo, esta agencia lo ha clasificado como un agente del grupo 2B. El consumo de alcohol está en el 1.
La clasificación de la IARC lo que mide es la certeza de que algún producto provoque cáncer, y por ello se clasifica en cuatro grupos de riesgo:
- Grupo 1 (suficiente evidencia de que es cancerígeno en humanos)
- Grupo 2A (probablemente cancerígeno)
- Grupo 2B (posiblemente cancerígeno)
- Grupo 3 (no clasificable)
"En la lista de la IARC el aspartamo por ejemplo está en el 2B, una clasificación muy abajo. En el 2A esta ser peluquera o ser bombero, también trabajar a turnos. Y nadie ha salido diciendo que trabajar de bombero provoca cáncer", aclara el Dr. Botella
En opinión de este experto el problema de demonizar a los edulcorantes es que se corra el riesgo de recurrir al azúcar para calmar esa ansiedad de dulce:"Está demostrado q el azúcar no es adecuada para nuestra salud, la evidencia es abrumadora, así que hay que tener cuidado para que esta alerta sobre el aspartamo u otros edulcorantes no nos lleve a pensar que hay que cambiar nuestros hábitos y endulzar con azúcar. Tampoco miel, ni panela o azúcar moreno, eso es lo mismo. Todo es azúcar y no es bueno para nuestra salud", explica el experto.
Los edulcorantes artificiales, también llamados sustitutos del azúcar, edulcorantes no nutritivos o edulcorantes de alta intensidad, son sustancias químicas sintetizadas que se usan en vez de la sacarosa (azúcar común o de mesa) para endulzar los alimentos y las bebidas. En un principio se hicieron populares con un objetivo, reducir la obesidad, pero "eso no se ha conseguido", confirma Botella. Por eso, según la evidencia científica disponible en la actualidad, no se considera tampoco que usar estos edulcorantes produzca ningún beneficio a largo plazo y de ahí que se cuestione su consumo. Tanto el doctor Francisco Botella, como otros especialistas, lo que aconsejan por tanto es tratar de reducir el dulce en nuestra día a día.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que se debe consumir menos del 10 % de la ingesta energética diaria (kilocalorías) de azúcares simples al día
Qué dice la OMS
La OMS suele publicar informes donde explica qué alimentos o productos pueden tener efectos sobre nuestra salud. Y en ese sentido, ha desaconsejado el uso de la sacarina o la estevia porque no controlan el peso y pueden tener efectos negativos a largo plazo. Hace poco que se anunció que el eritritol, otro edulcorante artificial popular, tenía posibilidades de asociarse con un mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Ahora la OMS acaba de clasificar el aspartamo como posible cancerígeno. Un producto que se encuentra en casi todas las bebidas carbonatadas y alimentos bajos en calorías del mercado. De ahí que evitar su consumo se complica. Claro que la misma organización tranquiliza , el aspartamo es seguro si la ingesta diaria no sobrepasa los 40 mg/kg de peso corporal, es decir, si se pesan 65 kilos habría que tomar 2.600 gramos para que fuera perjudicial. "Para que tengamos que preocuparnos habría que tomar más de 15 latas de refresco diarias todos los días de tu vida, eso no creo que sea muy habitual", explica el doctor.
En cuanto al azucar hace años que se comprobó que su consumo excesivo se relaciona con una serie de enfermedades, entre las cuales se pueden mencionar: caries dental, aumento de la demanda de las vitaminas del complejo B (este aumento en la demanda, acompañado de un aporte dietético insuficiente, conduciría a un déficit de las vitaminas del complejo B), hipertrigliceridemia, sobrepeso, obesidad y diabetes mellitus. Para evitar estas enfermedades, los expertos recomiendan consumir menos de 25 gramos al día (3 cucharadas) de azúcares libres.
"Hay que intentar reducir esa necesidad de dulce. Sabemos que es difícil porque es un sabor adictivo. Por eso la palabra clave es reeducar el paladar. Si tenemos necesidad de dulce podemos recurrir a una fruta. Eso es lo mejor", concluye el doctor Botella.