Este 13 de julio se celebra el Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Las persona con TDAH y sus familias reclaman una mayor atención en educación, sanidad, servicios sociales y justicia. Los niños con este espectro amplio de comportamiento requieren de una intervención específica y un tratamiento específico. Así lo asegura este jueves a Informativos Telecinco la pedagoga Tania Ruiz, directora del centro 'Anda Conmigo' de Valdemoro, en la Comunidad de Madrid, que pide a los padres que tomen conciencia, que lleven a sus hijos a terapia y que trabajen con ellos este verano.
El TDAH afecta al 5% de los niños en edad escolar, pudiendo llegar hasta un 40% de ellos a continuar padeciéndolo en la edad adulta. Hay tres tipos de TDAH y si no se trata a tiempo puede complicarse y ser más difícil de resolver. Hablamos de una afección crónica con un espectro amplio, el comportamiento de las personas diagnosticadas puede ser muy variado. "Hay niños que pueden ser muy tranquilos y directamente no prestar atención a los estímulos y hay otros que no prestan atención y además son muy impulsivos", detalla Tania Ruiz.
En época escolar, las personas diagnosticadas con TDAH reciben un apoyo constante, pero cuando llega el verano, las familias con menores pueden presentar dudas de cómo organizarse y pasar el tiempo. Según explica Tania Ruiz, al tener menos ocupaciones, estos serían los consejos a seguir estas vacaciones:
Según la directora del centro 'Anda Conmigo' de Valdemoro, el número de casos de TDAH ha aumentado en los últimos años: "Tenemos mejores herramientas de valoración y detección. Estamos mejor formados y, no es que haya más niños, es que tenemos más medios. Yo a los padres les diría que confíen en sus hijos, que no son bichos raros. Hay muchos niños con TDAH y pueden llegar a ser lo que quieran, no van a estar limitados por el trastorno. Eso sí, hay que detectarlo para poder dar las herramientas necesarias".
En definitiva, muchos padres no saben si sus hijos tienen o no TDAH. Y la detección temprana, insiste Tania Ruiz, es muy importante: "Es clave, porque muchas veces estos rasgos del TDAH los pueden ver como 'es un niño inquieto' o que 'no presta atención'. Pero no es ninguna broma, es un trastorno del desarrollo que nace cuando el bebé está en la tripa de su madre. Necesitamos una intervención temprana para que la sintomatología tenga respuesta. Si se detecta cuando uno es más mayor, habrá igual buen pronóstico, pero el proceso es más lento". Cuanto antes se trabaje en terapia, dice la experta, menor índice de fracaso escolar, que muchas veces se relaciona con el TDAH.
Para los que les pille de primeras, hay tres tipos de TDAH; el TDAH con presentación predominante con falta de atención, "hay falta de atención a estímulos relevantes del entorno y dificultad para focalizar la atención en tareas escolares, que se distraen mucho con el ambiente o el ruido"; el TDAH con presentación predominante con hiperactividad e impulsividad, en el que impera la inquietud motora, sin hablar tanto de lo que es la falta de atención, ya que son inquietos e impulsivos, pero sí focalizan"; y el TDAH con presentación combinada, donde "hay una falta de atención evidente y hay aparte hiperactividad e impulsividad. Presenta mayor dificultad respecto a las otras dos tipologías y las necesidades de los niños son mayores".
Los niños con TDAH necesitan seguir tratamiento psicológico aparte de lo que puede venir de lo farmacológico, porque los niños con TDH pueden tener tratamiento con medicación. Algunos se preguntan si es mejor recurrir a ella o priorizar alternativas más saludables. En este sentido, Tania Ruiz apunta que la "psicoterapia es necesaria", sea o no sea después con tratamiento farmacológico. "El tratamiento farmacológico está asociado cuando impera la hiperactividad. Cuando hay hiperactividad muy evidente, hay que medicar. Si no va a ser muy complejo trabajar. La impulsividad es tan alta que es muy difícil para el niño inhIbir esos estímulos impulsivos que tiene. La medicación ayuda a regular todo esto. Siempre hay que ver qué caso concreto tenemos y decidir en cada caso". Es decir, lo más recomendable es acudir al especialista y que sea quien apueste o no por los fármacos.
La terapia más común suele ser terapia cognitivo-conductual. Se trabajan las emociones y la conducta. Además, también está la intervención psicopedagógica, donde se trabaja la atención y el razonamiento lógico (no tanto a nivel académico como Lengua y Matemáticas, sino todo a nivel cognitivo). Y la familia también colabora en la terapia. "Muchas veces los hermanos son los grandes terapeutas de los niños con dificultades en el neurodesarrollo". La paciencia es vital, porque los niños no se portan mal, no hacen las cosas adrede. Necesitan de unos apoyos que, en este caso, desde los centros de terapia, desde Anda Conmigo, intentamos reforzar la pauta familiar, cuenten con unas pautas para trabajar en casa y regular la conducta.
La experta apuesta por realizar un buen diagnóstico diferencial y ver cada caso. Además, deja claro un mito. Que los niños sean diagnosticados con TDAH no quiere decir que vayan a tener altas capacidades. Ni tampoco quiere decir que unas altas capacidades conlleven un TDAH: "Esto es objeto de estudio y la ciencia ahora mismo estudiando los casos. Pero no se presenta, digamos, como podrían ser dos patologías asociadas".
Como bien recuerda Tania Ruiz de nuevo, es fundamental la detección temprana. No se pierde nada por llevar al pequeño a un especialista. De complicarse, será más difícil de resolver, pudiendo producir daños en la personalidad del niño, adolescente y adulto: baja autoestima, depresión, ansiedad, fracaso escolar o inadaptación: "Si no tiene el apoyo en edades adolescentes, cuando sean adultos van a ver que son distintos, que les cuesta hacer más ciertas cosas".