Llega una ola de calor con 45 grados a España: ¿Cómo pueden afectar a la salud?

Una ola de calor extremo va a disparar la temperatura hasta los 45 grados en España. Tanto calor puede ser un riesgo para nuestra salud. Pasar muchos días a temperaturas muy elevadas hace que nuestro cuerpo se caliente y puede causar desde mareos hasta el temido golpe de calor, que en el peor de los casos deriva en la muerte. Así podría afectarnos.

"A partir del lunes, es probable que se superen los 38 ºC de forma generalizada, y localmente los 40 ºC, en el cuadrante suroriental peninsular y puntos del valle del Ebro. En zonas del valle del Guadalquivir podrían alcanzarse los 44 ºC, y también puntos del este peninsular. Por si fuera poco, llegará calima, que creará un ambiente aún más sofocante, y las noches serán "tropicales", con ´mas de 20 e incluso 25 ºC de mínima, por lo que costará descansar en muchas regiones.

¿Cómo afecta el calor a nuestro cuerpo?

El calor extremo no es bueno, como tampoco lo son los altísimos niveles de radiación solar de estos días.

Los humanos somos de sangre caliente, puesto que tenemos una temperatura corporal constante independiente de la temperatura exterior. O lo que es lo mismo, tenemos un organismo homeotermo.

Esa temperatura interna no suele exceder los 37 ºC, haga frío o calor en la calle, pero si nos exponemos durante demasiado rato a temperaturas extremas, el cuerpo puede llegar a los 40 ºC o más, y entonces empiezan los problemas.

Con esta temperatura corporal, el organismo no puede realizar las funciones nerviosas, hormonales y metabólicas habituales como es debido, y se pone en marcha para enfriarse. El mecanismo por el que el cuerpo autorregula su temperatura es mediante la sudoración.

Mediante el sudor, el cuerpo libera calor, y al evaporarse ese sudor la piel se enfría. Por eso, a más calor, más sudamos.

Síntomas de un golpe de calor

Pero hay veces que ni esto es suficiente, y empiezan los síntomas de un golpe de calor.

  • Inicialmente el cuerpo nos alerta mediante la ausencia de fuerza física o sensación de debilidad, lo que llama adinamia;
  • Cansancio;
  • Sudoración excesiva;
  • Hipotensión por vasodilatación periférica;
  • Calambres musculares;
  • Dolor de cabeza,
  • Sensación de aturdimiento.

También podemos sufrir mareos o náuseas, ya que el cuerpo hace un esfuerzo excesivo por enfriarse. Si no nos hidratamos como es debido y logramos enfriar el cuerpo a tiempo, podemos llegar a sufrir un paro cardíaco, lo cual es un riesgo mayor en personas mayores, niños o personas con enfermedades cardiovasculares.