Hay ocasiones en las que sentimos que el párpado comienza a temblar sin aparente motivo. Y aunque nos miremos al espejo, no somos capaces de apreciar ese ligero temblor tan molesto. Pero ¿cuándo y por qué se produce? ¿Es peligroso para la salud de los ojos?
No todos los temblores son iguales. Generalmente son leves y desaparecen poco después de que comienzan. Los sentimos como pequeños tics casi imperceptibles para el ojo y no afectan a la visión, aunque resultan muy incómodos.
Por otro lado, pueden darse blefaroespasmos, con los que se produce “una contracción de los músculos del párpado que no se puede controlar”, explica el National Eye Institute de Estados Unidos, entidad que además explica lo siguiente: “Las contracciones de los músculos del párpado generalmente desaparecen espontáneamente.
Sin embargo, las personas con blefaroespasmo esencial benigno pueden desarrollar contracciones de los músculos del párpado graves y crónicas (de largo plazo)”. En ese caso será necesario llevar a cabo un tratamiento que consistirá en inyecciones de botox para que los músculos de los párpados dejen de contraerse o en una cirugía llamada miectomía, en la cual se extrae “parte del tejido muscular o nervioso de los párpados para ayudar a detener las contracciones”.
No obstante, los pequeños temblores que puede sentir cualquier persona no suelen tener complicaciones, sino que se trata de pequeños episodios que no suelen demorarse en el tiempo. Las principales causas de los tics son cuatro:
Aunque estos episodios de espasmos suelen desaparecer en poco tiempo, hay opciones de evitar que se repitan. Para ello existen algunas recomendaciones:
En caso de que aparezca un temblor en el párpado cuando la persona utiliza lentillas, no deberá tenerlas puestas demasiado tiempo y optar por las gafas para que el ojo descanse.